Nada de dólares, acciones y finca raíz bien escogidas, papeles en pesos y mucho mas en metales, son algunas de las recomendaciones para este año.
Para pensar en el panorama de las inversiones en 2011, los inversionistas harían bien en tener en mente tres palabras: crecimiento, volatilidad y alternativas.
En primer término, los inversionistas enfrentan un entorno global de crecimiento. Hace un año, por esta época, el mundo se preguntaba si podría salir de la recesión y si el escenario de «doble caída» era una posibilidad real. La repetición de la debacle de 2009, cuando el producto global cayó 0,6%, estaba en la mente de todos. Ahora, en cambio, la pregunta no es si la economía global crecerá, sino cuánto. La dinámica puede ser modesta en algunos países, especialmente en Europa y en menor grado en Estados Unidos, pero el conjunto tiene una tendencia claramente positiva.
Según el Fondo Monetario Internacional, el mundo crecerá 4,2% este año, con locomotoras como China (9,6%) e India (8,4%). Los emergentes en su conjunto ostentarán tasas del 6,4%, aunque América Latina bajará la marcha y crecerá apenas 4%. Colombia estaría dentro del promedio regional, a diferencia del año pasado cuando creció menos que el resto de sus vecinos, que tuvieron un incremento promedio de entre 6% y 7%.
El segundo tema es la volatilidad. Si bien la tendencia es claramente positiva, hay riesgos grandes en la economía mundial que pueden introducir fuertes turbulencias a lo largo del año. Los problemas de los países de la periferia de la zona del euro seguirán en 2011 y, cada vez que ellos asomen, los mercados financieros darán un timonazo en busca de seguridad. En el caso extremo de que uno o más países europeos hagan default sobre su deuda soberana, los inversionistas del mundo entero correrán a ponerse a salvo en bonos del Tesoro de Estados Unidos y maltratarán los portafolios.
Frente a esa volatilidad, la única salida para los inversionistas será mantenerse alerta, para soportar el chaparrón cuando se presente, pero también tener paciencia. Las economías de América Latina son sólidas en lo fundamental y, con toda probabilidad, los efectos de ese tipo serían temporales. Si hay tormentas, después vendrá la calma.
El tercer tema de 2011 es la abundancia de alternativas de inversión. El abanico de posibilidades es cada vez más amplio.
La unión de las bolsas de Colombia, Perú y Chile abre nuevas posibilidades para la compra de activos de gran potencial y para diversificar portafolios en términos de efectos sectoriales y regionales. Los colombianos podrán comprar acciones de algunas de las multilatinas más dinámicas, en los sectores de mayor crecimiento en la región.
Los ahorradores en fondos de pensiones podrán escoger portafolios de acciones más abiertos al riesgo y más adecuados a sus perfiles de edad, ingresos y preferencias, a través de los Multifondos. Los inversionistas en finca raíz no solamente podrán escoger entre una variedad de ciudades intermedias que presentan altas tasas de crecimiento en la construcción de vivienda, oficinas y comercio, sino también podrán comprar participaciones en grandes fondos especializados en el sector.
Aquellos inversionistas que buscan activos sofisticados que no son fáciles de comprar en pequeñas cantidades podrán adquirir participaciones en los ETF, fondos especializados en categorías diferentes de activos, que permiten a inversionistas medianos invertir con precisión en categorías que hasta ahora no habían estado a su alcance. A través de los ETF, los inversionistas podrán participar, por ejemplo, en los mercados de commodities y metales preciosos, que presentan unas tasas de crecimiento extraordinarias en sus precios, pero también están expuestos a altas volatilidades. La inversión a través de estos fondos permitirá a muchos jugar en los mercados en condiciones que estaban reservadas para grandes fondos internacionales.
Y para quienes quieran moverse en el corto plazo, la renta fija ofrecerá oportunidades para aprovechar cambios coyunturales en precios relativos, o en factores del entorno como la inflación.
En suma, el escenario se muestra positivo, pero exigente. Los inversionistas en Colombia tienen cada vez más activos a su alcance, pero también enfrentan responsabilidades crecientes en lo que se refiere a mantenerse informados y ser proactivos frente a sus posiciones financieras. El panorama de inversiones de 2011 que presentamos en esta edición aspira a servir a estos nuevos inversionistas colombianos.
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