Si siente que las paredes de su oficina se le vienen encima, puede que tenga razón. Las oficinas de los gerentes y otros profesionales se están reduciendo, hasta 21% desde los años 90, según una encuesta.
Los diseñadores están encontrando nuevas formas de hacer que las oficinas pequeñas parezcan más grandes, y que sean a la vez una declaración poderosa. Con la distribución, muebles y accesorios adecuados, es posible transmitir valores como creatividad, autoridad o apertura colaborativa incluso en un pequeño espacio.
Jeff Berg no tiene lugar para mucho más que un escritorio y estantes en la oficina de tres metros por tres metros que ocupa como director creativo de Olson, una agencia de publicidad en Minneapolis. Si se reúne con más de un colega, se sientan en el piso. Pero aún se las arregla para proyectar —y alentar— la creatividad. Su única silla para invitados es una mecedora de plástico naranja. «Es muy difícil que la gente se ponga ansiosa en una mecedora», afirma. Una bola de discoteca grande y brillante cuelga del techo. El mensaje: trabajar en publicidad debería ser divertido, sostiene. «Es mi forma de decir: ‘Si vienes aquí, tendremos una fiesta'».
Las oficinas privadas podrían ser más escrutadas —en particular por parte de colegas que ocupan cubículos— ya que tener una es cada vez menos frecuente. Sólo 32% de los empleados tienen oficinas privadas, un descenso desde 36% en 1997, según la encuesta de 2010 entre 424 gerentes de espacio de oficinas realizada por la Asociación Internacional de Administración de Instalaciones, un grupo profesional con sede en Houston. La reducción se produce cuando los empleadores reducen costos y abren más espacio para reuniones y colaboración. Alrededor de 63% de los gerentes intermedios siguen teniendo oficinas privadas, de un promedio de 11 metros cuadrados.
Las elecciones de muebles causan más impacto cuando hay lugar para sólo una o dos piezas. Las muebles con estilo que no remiten a una oficina pueden elevar la apariencia. Por ejemplo, una mesa de mármol clásica podría funcionar como escritorio, ubicada en el centro de la oficina para generar sensación de espacio, sugiere Asifa Tirmizi, una directora de la firma de arquitectura y diseño de Nueva York Tirmizi Campbell. Las piezas no tradicionales que combinan distintos estilos y eras funcionan particularmente bien para alguien que quiere ser visto como un agente de cambio creativo, señala.
Un desafío de las oficinas pequeñas es recibir colegas. Cerca de la oficina de Berg en Olson, el sofá gastado de la oficina de Dennis Ryan, que mide 2,44 metros por 4,27 metros, invita a una colaboración casual. Ryan hizo lugar para el sofá y dos sillas para invitados al elegir un escritorio simple. La distribución evita «crear barreras artificiales entre las personas», señala Ryan, director creativo de Olson. Tres paredes tienen vidrio sobre el que se puede escribir, del piso al techo, cubierto por bosquejos de proyectos y metas para clientes. La otra pared contiene chistes y fotos para alimentar «la sensación de juego», dice.
Cada vez más gerentes están optando por una mesa de reuniones, junto a un escritorio más pequeño, debido a la cantidad creciente de reuniones breves que se realizan junto al escritorio. Una mesa redonda da una sensación de colaboración; los modelos que se doblan sobre ruedas ofrecen flexibilidad, afirma Lori Gee, vicepresidente de ideas aplicadas de Herman Miller, un diseñador de muebles estadounidense. Sentar a los invitados en asientos sin respaldo de colores vivos y en sillas contemporáneas que se reclinan comunica un «enfoque igualitario», sostiene Steve Verbeek, vicepresidente de diseño e innovación de Teknion, una firma de diseño de Toronto.
Los gerentes preocupados por el estatus tienen más dificultades para proyectar una imagen de autoridad en una oficina pequeña. Los diseñadores están quitando muebles grandes y oscuros para colocar escritorios y tablas con patas simples y livianas. Los espacios pequeños parecen más grandes cuando las superficies de trabajo, las paredes y otros materiales son pálidos para reflejar la luz, y los colores quedan limitados a acentuar una pared o a las sillas adicionales, dice Tirmizi.
Extender la zona horizontal de una habitación tiene un efecto mayor sobre las percepciones de espacio de los usuarios que extender la altura, según un estudio de 2011 publicado en la revista Environment and Behavior. Los muebles se pueden acomodar para mantener claras las líneas visuales horizontales.
Un «motivo popular» en el diseño de muebles son las piezas con doble o triple funcionalidad, afirma Robert Arko, director creativo en San Francisco de Coalesse, una unidad de diseño de Steelcase. Los gabinetes de archivo cubiertos por almohadones de tela pueden usarse también como sillas, y deslizarse debajo de un escritorio o mesa cuando no se usan. Cuando las oficinas se vuelven más pequeñas, dice Arko, «el espacio debe esforzarse más».
Fuente:
Cómo proyectar creatividad y autoridad en una oficina pequeña