Cómo recuperarse de la bancarrota

Cuando una empresa pasa por momentos difíciles, declararse en bancarrota surge en la mente de sus dueños. Date un respiro y sigue estos consejos e inicia nuevamente con éxito.

Cuando una empresa está pasando por momentos financieros difíciles, la idea de declarar quiebra o bancarrota suele pasar por la mente de sus dueños, y también de sus acreedores.

Con esto nos referimos al estado de insolvencia de una empresa, en la que no existe la capacidad para pagar sus obligaciones según fueron originalmente convenidas. Esta situación debe ser declarada por la ley.

Es muy probable que si has solicitado tu declaración en bancarrota ya habrás atravesado por una situación de mucha tensión y probablemente haya sido un momento humillante en tu vida; además, tu moral emprendedora estará por el suelo y la presión de los acreedores te mantenga en una situación de mucho estrés.

Sin embargo, independiente de lo que haya causado tu crisis financiera, una vez que tus deudas sean extinguidas, es recomendable que te des un respiro emocional y mental para emprender un nuevo comienzo. Esta vez será exitoso si te concentras en seguir como regla las siguientes claves. Revisa y mentalízate:

1. Realiza un presupuesto. 
Para reestablecer su crédito, mantener la autodisciplina sobre tu gasto es verdaderamente importante. Tener un presupuesto coloca tu realidad financiera en el papel y la mantiene en orden. Crear y ajustarse a uno representa una gran herramienta para impulsar tu confianza en la administración del dinero.

2. Mantén las cosas estables. 
Los burós de crédito y los acreedores futuros querrán ver que tienes una historia estable de empleo, residencia, hábitos puntuales de pago, etc. Paga tus cuentas a tiempo y mantén los recibos de todas tus cuentas.

3. Abre una cuenta. 
Si careces de una cuenta corriente (de cheques) o una cuenta de ahorros, abre una y mantén más del mínimo requerido en la cuenta. A los acreedores les gusta ver administras tu dinero de manera sensata.

4. Usa tu tarjeta de crédito con prudencia. 
Los acreedores querrán ver que utilizas tus tarjetas de crédito o de cargo de una manera coherente, cancelando a tiempo y manteniéndola con más del mínimo.

Si no puedes obtener una tarjeta de crédito debido a tu bancarrota, intenta consiguiendo alguien como co-firmante o trata de solicitar una tarjeta “asegurada”. Ese tipo de tarjeta es emitida cuando depositas dinero en una cuenta de ahorros en tu banco local, con una línea de crédito equivalente por el monto del dinero de esa cuenta.

5. Planifica los gastos futuros. 
Maneja tu dinero en forma sensata significa pensar por adelantado en los gastos potenciales para un futuro cercano o a largo plazo, así como planificar de qué manera podrás pagarlos. Recuerda hacer un presupuesto con todas estas salidas de dinero.

6. Ahorra para imprevistos. 
Si has llegado al límite de no poder pagar tus deudas, o peor aún, ya has llegado a la bancarrota, sabrás cómo los eventos de la vida pueden cambiar dramáticamente tus circunstancias financieras.

Por lo tanto, es muy necesario que conviertas en un objetivo el ahorrar suficiente dinero para cubrir al menos tres meses de gastos en el caso de tener una emergencia.

Fuente:

Cómo recuperarse de la bancarrota

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