Es 1997 y Steve Jobs acaba de reincorporarse a Apple, la empresa que le despidió doce años antes. Durante la Conferencia Mundial de Desarrolladores de Apple un miembro del público de levantó y le lanzó un insulto a Jobs: «Sr. Jobs, eres un hombre brillante e influyente, pero triste que no sepas de qué estás hablando. Me gustaría saber, por ejemplo, cómo Java o cualquiera de versiones se plasman en el OpenDoc. Y cuando termines con eso, quizá puedas contarnos qué has estado haciendo en los últimos siete años».
La respuesta de Jobs en los cinco minutos que siguieron fueron una lección magistral sobre cómo convertir con gracia un insulto en un discurso improvisado.
«A veces se puede complacer a las personas, pero una de las cosas más difíciles cuando se trata de lograr un cambio es que gente como este señor tiene razón». Jobs reconoce que hay cosas en OpenDoc que ni siquiera conoce, pero eso no lo detiene a la hora de planificar el futuro de Apple. «Una de las cosas de las que me he dado cuenta es que hay que comenzar con la experiencia del usuario y trabajar hacia atrás con la tecnología. No se puede iniciar con la tecnología y tratar de averiguar dónde se va a vender. Y yo cometí este error. Y tengo la cicatriz para demostrarlo», dijo Jobs.
«Y así es como hemos conseguido una estrategia y una visión para Apple, que comenzó con ‘¿Qué beneficios increíbles podemos darle al cliente? «Se cometieron errores, algunas personas se enfadaron y algunas personas no sabían lo que estaban hablando, pero creo que es mucho mejor que donde las cosas no funcionaron hace mucho tiempo, ahora sí que lo harán», concluyó Jobs.
Fuente:
Cómo Steve Jobs manejaba (magistralmente) las críticas