¿Sueñas con terminar de pagar tus deudas? ¿Sigues añorando la posibilidad de comprar una casa o comenzar un negocio propio? El primer paso para que tu situación económica mejore es tomar una decisión. Manejar bien las finanzas no se trata de tener muchos millones ahorrados o sueldos estratosféricos, sino de seguir los pasos adecuados para que tu dinero crezca.
Muchas personas creen que el dinero no alcanza, pero no han dedicado el tiempo suficiente para analizar su patrón de gastos y la forma en la que administran sus ingresos. El primer tip que te ofrecemos consiste en revisar en familia cuáles son esos gastos innecesarios que les pueden generar problemas. ¿Comes fuera en muchas ocasiones? ¿Se te olvida pagar tus tarjetas a tiempo y te generan intereses? Decidan juntos en qué pueden mejorar y de qué manera podrán comprometerse desde sus posibilidades para evitar gastar demasiado. Hagan una lista de todas las cosas que consideran como gastos prioritarios y traten de ceñirse a ella.
Por otro lado, para que el dinero alcance y produzca, es necesario conocer las opciones que tienes para invertir. El primer paso importante es tomar la decisión de ahorrar. Si ya comenzaron a evitar los gastos innecesarios, contarán con dinero extra que debe ser ahorrado y posteriormente invertido de manera inteligente. Visiten asesores financieros (pueden encontrarlos en los bancos) y entérense de qué forma pueden invertir su dinero para que comience a generar más.
El concepto de inversión es difícil de entender si imaginamos que para invertir debemos de ser millonarios. Invertir no es necesariamente comprar acciones en la bolsa. Mejorar tu casa, por ejemplo, es una inversión inteligente, ya que aumenta su valor comercial. Abrir un negocio propio o mejorar el que ya tienes es otra opción, e incluso prestar dinero a familiares con un interés bajo. Lo importante es que tus inversiones sean diversificadas, lo que significa que tienes tu dinero en varios conceptos que generan ingresos de maneras distintas.
Como dice el título de este post, lo más importante es tomar la decisión. Si lo haces en familia no sólo mejoras tu situación financiera, sino que les demuestras a las niñas y a los niños que cambiar de hábitos de consumo puede traer beneficios importantes para todos; y esto será una valiosa lección para su vida adulta. Las niñas y los niños pueden involucrarse de muchas maneras, desde ayudando con tareas familiares que de otra forma requerirían un pago (como lavar el coche) hasta cuidando mejor su ropa, juguetes y útiles escolares para evitar gastar más.