La responsabilidad de no llegar a niveles de sobreendeudamiento también es suya. Algunos tips para que haga uso responsable de sus niveles de crédito.
Los bancos han comenzado a endurecer sus políticas de otorgamiento de crédito para evitar el sobreendeudamiento de sus clientes. Sin embargo, el buen manejo crediticio también es responsabilidad de los deudores. Cuando se adquiere un crédito no solo hay que saber para qué se quieren los recursos sino, sobre todo, cómo se va a pagar. Algunos tips.
¿Demasiada deuda?
Un nivel de crédito saludable se logra cuando las cuotas mensuales por todos sus créditos no superan el 30% del ingreso mensual. Esto es, que por cada $100 de ingresos tan solo se utilizan $30 para el pago mensual de todas sus deudas. Sin embargo, según Alfredo Barragán, de Colpatria, un nivel tolerable para un banco puede ser hasta de 50%, incluyendo préstamos de vivienda.
Otras señales que indicarían niveles de sobreendeudamiento se observan si el crédito se está utilizando para pagar créditos anteriores y/o financiar gastos recurrentes como el mercado o las pensiones de los colegios; si se generan atrasos constantes en los pagos o los niveles de deuda (carga financiera) alcanzan más de seis veces el sueldo mensual.
¿Cómo lo miran los bancos?
Para llegar a un nivel de deuda adecuado, los bancos toman los pagos mensuales, incluyendo los potenciales como cupos de créditos de tarjetas y/o rotativos sobre el ingreso. Por esto, es inconveniente tener muchas tarjetas de crédito –así no las use–. Y obviamente, revisan la experiencia crediticia y el comportamiento de pago en las centrales de riesgos de Datacredito y Cifin. Cualquier deuda, independiente del tamaño, puede llegar a afectar su puntaje de crédito. Pague a tiempo para evitar reportes negativos.
Recuerde que si sus necesidades son $10 millones y el banco le presta $15 millones, es demasiado crédito. Y si su banco decide no prestarle, probablemente le hace un favor.
Más recomendaciones
Ahorre. Por lo menos 10% de sus ingresos para las eventualidades en un fondo de emergencias. No se deje impresionar por las ofertas. Entienda todas las condiciones del crédito antes de tomarlas. Además de las tasas de interés, revise todos los costos asociados al crédito (gastos notariales, seguros, etc.). Recuerde que muchas cuotas pequeñas al final del mes suman.
Antes de comprar, pregúntese seriamente por la real necesidad de adquirir el producto o servicio y si es importante. Evalúe si es posible esperar, ahorrar y pagarlo al contado, antes de endeudarse.
¿Qué hacer para que no le pase?
Con las facilidades para comprar con ofertas, descuentos o la simplicidad para conseguir tarjetas y pagos diferidos, los incentivos para endeudarse son muchos. Sin embargo, para no llegar a un nivel de crédito excesivo lo mejor es ajustar sus gastos a un presupuesto mensual y anual para no dejarse llevar por dichas “facilidades”. No acepte –ni cargue– numerosas tarjetas de crédito, compare los créditos que le ofrecen y revise los extractos para ver cómo está utilizando el dinero. Recuerde que las deudas deben responder a la capacidad de pago mensual, pero también tenga en cuenta eventualidades –como enfermedades– y estacionalidades, como el pago de colegios, cumpleaños, navidad, entre otros.
¿Qué hacer si le pasó?
Si bien hay que tratar de no dejarse llevar a situaciones extremas, en caso de que sucedan lo mejor es enfrentar el problema sin eludirlo. Hablar con la familia para alinearla con una situación de austeridad y poder ajustar los gastos. Ir al banco para hacer un “plan de pagos” y concentrar las deudas en un crédito con un solo acreedor. Entender y negociar las condiciones de sus deudas y mirar el problema con amplitud. Esto es no solo pensar en cómo ajustar sus deudas sino cómo generar nuevos ingresos mediante, por ejemplo, la venta de bienes. Por último, aunque esté en dificultades, evite a toda costa recurrir a prestamistas informales pues solo agravará su problema.
Fuente:
http://www.finanzaspersonales.com.co/