Cuando el líder de la empresa es incapaz de decirle ‘no’ a su esposa

Es la pareja del jefe, pero se siente tan involucrada como él. Si lo llega a desautorizar, despertará el recelo del equipo gerencial.

Llama en plena reunión de trabajo, se pasea por los pasillos de la empresa con frecuencia y se siente con la libertad de dar órdenes a los ejecutivos o intervenir en las decisiones que le corresponden al CEO. Si la esposa del líder de una organización se toma más atribuciones de las que le corresponden, las consecuencias para la empresa pueden ir desde un descarrilamiento del equipo frente a los objetivos hasta una pérdida de liderazgo.

“Detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer, pero el rol de la esposa será no participar directamente de la toma de decisiones y, si se trata de una empresa familiar en la que ella también trabaja, tendrá que ceñirse a una junta. Puede aconsejarlo, pero otra cosa es que intervenga”, destaca Vanessa Palomino, directora de Negocios de Cornerstone Executive Search.

Según Palomino, “estas situaciones se dan porque el papel de la mujer se ha diversificado y si la esposa maneja conceptos de negocio, se puede dar la situación de que la esposa trabaje en otra organización y sienta que tiene experiencia como para dar sugerencias, pero no debe transgredir esa barrera”.

Marjorie Abad, gerente del área académica de Jamming, analiza otro panorama. “Supongamos que si el gerente general es dueño, entonces su pareja podría sentirse igual de dueña y, desde esa sensación, afectar las decisiones que se toman en la organización aunque no forme parte de ella”.

Para Abad, si el líder sale del comité, conversa con su pareja y cambia de decisión, esto será hiriente para su equipo gerencial.

Un líder desacreditado
Abad deja en claro que los consejos de la pareja, sean coherentes o no, “podrían crear confusión en el equipo. También se dan los casos donde la pareja ya no solo influye sino que transgrede la estructura de la organización y contradice al líder oficial y su equipo”.

La especialista detecta tres consecuencias para este problema: Un empobrecimiento de la estrategia, un conflicto de intereses porque el resto del equipo sentirá que su experiencia es dejada de lado y una obvia pérdida de liderazgo.

Ser claros
Puede sonar incómodo y hasta inimaginable; pero según Palomino, si un equipo gerencial se encuentra en esta situación, lo ideal será seleccionar a alguien cercano al CEOpara que le comunique lo que piensa el equipo y cómo las intervenciones externas afectan las estrategias planteadas.

LAS CLAVES
Colega. Si la esposa trabaja en la misma organización, pero no está en el equipo gerencial, aunque interviene de igual forma, un vocero debe comunicar esto al gerente.

Empresas. Palomino destaca que la intervención de la esposa del gerente en la empresa es rara en las corporaciones y más frecuente en empresas familiares.

Participación. Una intervención de la esposa del líder podría verse justificada si es que ella posee acciones de la empresa, pero, aun así, no puede contradecir al CEO.

Fuente:

Cuando el líder de la empresa es incapaz de decirle ‘no’ a su esposa

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