Cuatro Elementos para unas Finanzas Sanas


La seguridad financiera es importante para todas las familias. Saber que cuentas con los recursos necesarios para cubrir con todas tus necesidades alivia el estrés y te permite tomar decisiones importantes sobre lo que quieres para tu futuro y el de tu familia. El concepto que comúnmente relacionamos con la seguridad financiera es el ahorro: ahorrar es importante para conseguir beneficios mayores, pero el ahorro en sí mismo no garantiza la estabilidad.

Para lograr que tu dinero crezca y contar con lo que necesitas, no sólo ahora sino en el futuro (cuándo quieras retirarte, o cuándo a las niñas y niños de tu familia les llegue el momento de ir a la universidad), es importante balancear cuatro factores: la planeación, el ahorro, la inversión y la protección. Estos cuatro elementos son básicos para que tus recursos crezcan y puedas obtener el mayor beneficio de los frutos de tu trabajo. Veamos con detenimiento de qué se trata cada uno de ellos:

Planeación

Para lograr tus metas, es importante tenerlas claras. ¿Cuáles son tus objetivos? ¿Para qué piensas que necesitarás tus recursos? ¿Qué actividades tendrás que llevar a cabo para alcanzarlas? Las buenas metas son medibles, alcanzables, claras y tienen un límite de tiempo. Puedes trazar tus metas a corto, mediano y largo plazo. Es muy importante que lleves un registro de tus progresos y que mantengas la motivación a pesar de los obstáculos que puedan presentarse.

La planeación es básica para saber cuánto ahorrar y cuánto invertir, para entender cómo proteger tu dinero y en qué piensas utilizarlo. Sin planeación, los recursos pueden diluirse y es posible que no veas los frutos de tu trabajo.

Ahorro

Una vez que has establecido tus metas, es importante saber qué necesitas para lograrlas. Ahorrar es clave para reunir los recursos suficientes para el crecimiento familiar. Es recomendable ahorrar entre el 10 y el 15% de tu salario, de manera que la cantidad vaya creciendo mes con mes. Establece una disciplina relacionada con tus ahorros y procura no tocar ese dinero hasta que cumplas con las metas que te propones.

Además de ahorrar, es importante compartir la disciplina del ahorro con las niñas y los niños de tu familia. Enséñales que, para lograr metas importantes, es necesario esperar y tener una disciplina. De esta forma, cuándo sean mayores, les será más fácil manejar sus propias finanzas.

Inversión

Para que tu dinero crezca, no basta con ahorrar. Existen muchas formas de invertir y cada una tiene particularidades diferentes: mayor o menor riesgo, más rendimientos, diferentes plazos, etc. Aprender sobre inversiones es importante para que puedas seleccionar el tipo de inversión que más te conviene y que se adapta mejor a tu estilo de vida.

Protección

El buen manejo de las finanzas involucra el concepto de protección. Proteger tus recursos es muy importante: no quieres perder lo que te ha costado tanto trabajo lograr. La protección involucra elementos como asegurar tus bienes y tu persona, y realizar los trámites legales necesarios para que tu dinero sea usado cómo planeaste. Por eso es tan importante realizar un testamento, o firmar un acuerdo prenupcial si vas a casarte. Recuerda que no sabes lo que sucederá en el futuro y proteger tus recursos ahora es la única forma de asegurarte de contar con ellos cuándo los necesites.

Fuente:

Cuatro Elementos para unas Finanzas Sanas

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