12 razones científicas explican por qué usted no gana lo que cree que se merece. Aunque muchas son características innatas, otras se puede aprender para marcar la diferencia.
Aunque está probado que el éxito depende de las habilidades, la disciplina y la actitud que una persona adopte frente a la vida, algunas teorías apuntan a que ciertas personas tienen ventajas a la hora de ganar dinero gracias a factores que están fuera de su control.
Para probarlo, varias universidades de renombre han dedicado tiempo y esfuerzo a investigar estos factores. Así, por ejemplo, los científicos han demostrado que la apariencia física, la talla o la edad en la que un individuo se casa, son factores intangibles que hacen la diferencia entre un salario y otro. Incluso si se trabaja en el mismo cargo y en la misma empresa.
Por eso, si tiene dudas sobre por qué algunos de sus compañeros de oficina ganan más que usted, es bueno que revise si cumple con algunas de estas características.
RASGOS GANADORES
Personas altas y atléticas con ventaja, así como las rubias.
1| Ser alto. Un estudio de la Universidad Nacional de Australia asegura que las personas altas ganan más, pues se cree que por su estatura son más inteligentes y poderosas. Calculan que los hombres de 1,80 metros o más pueden ganar hasta US$1.000 más al año, que aquellos que miden 5 centímetros menos. Los altos tienen una elevada autoestima que los ayuda a ser más exitosos.
2| Hacer ejercicio. Las personas que hacen deporte de forma regular devengan 9% más que sus compañeros sedentarios, según la Cleveland State University. Los deportistas ganan más porque son disciplinados y tienen la ventaja de que el ejercicio impulsa las funciones mentales, los niveles de energía y mejora el estado de ánimo, características que les gustan a los empleadores.
3| Tener un nombre corto. Luego de comparar varios usos de nombres anglosajones como Steve y Stephen, Bill y William, expertos de la firma laboral TheLadders.com concluyeron que quienes usan la versión más larga reducen su salario en US$3.600 al año. Esto porque los nombres cortos generan más conexión con subalternos y colegas, así como mayor recordación. Prueba de ello son Bill Gates o Tim Cook.
4| Haber sido popular en el colegio. El National Bureau of Economic Research, la entidad que certifica cuando Estados Unidos está en recesión, concluyó que 40 años después de graduarse, las personas que fueron más populares ganan 10% más que las que tenían el menor reconocimiento. La ventaja de la popularidad es que no es innata, sino que se aprende y los que supieron cómo lograrla en el colegio saben replicarla en el trabajo.
5| La edad del matrimonio. Las profesionales que se casan después de los 30 ganan más que las que lo hacen antes, pues las segundas tienen hijos más temprano y deben interrumpir el trabajo en un momento crucial para sus carreras. En los hombres funciona al contrario y devengan más los que se casan antes de los 30, pues tienden a ser más seguros y confiados que sus pares solteros.
6| El género. Pese a los avances en equidad de género, los hombres siguen ganando más que las mujeres. Esto es evidente en industrias dominadas por hombres, –como la Bolsa, donde según Bloomberg por cada US$1 que gana un hombre, una mujer devenga US$0,58– y en sectores ‘dominados’ por ellas, como las relaciones públicas. Aunque 85% de quienes trabajan en ese negocio son mujeres, 80% de los directivos son hombres.
7| El peso. Las mujeres que pesan 11 kilos menos que el promedio, es decir, las que tienen pinta de ‘modelos huesudas’, ganan US$15.500 más al año frente a las que tienen un peso normal, al menos en Estados Unidos, según un estudio de la Universidad de la Florida. Por el contrario, a los hombres muy flacos no les va bien y devengan más aquellos con un peso normal.
8| Ser muy femenina. Las mujeres que desean tener éxito en el trabajo deben resistir la tentación de actuar como hombres, aseguran los científicos de la George Mason University en Virginia. Su argumento es que las mujeres que toman un enfoque agresivo o masculino en el trabajo son menos propensas a tener ascensos que aquellas que se comportan como damas.
9| El look. En un mundo de apariencias como el actual, las mujeres bonitas y los hombres apuestos ganan entre 3% y 4% más que las personas con una belleza promedio. El estudio fue realizado por un profesor de economía de la Universidad de Texas y sus cálculos indican que esa ventaja en la apariencia puede servir para devengar unos US$230.000 adicionales durante toda la vida laboral.
10| Cómo negocia. Un estudio de la Universidad de Nueva York y de la Harvard Kennedy School sostiene que la forma en que se negocia el salario al ingresar a un trabajo es clave para obtener un buen sueldo. Si se pide una cifra sin dar explicaciones, es poco probable conseguirla, pero si en el pedido se alinean las metas personales con las de la compañía es más factible conseguir la suma deseada.
11| Ser mala gente. Los trabajadores agradables y buenas personas tienen ingresos más bajos que los desagradables y mala gente. La brecha es más evidente para los hombres, dado que los rudos y despóticos ganan 18% más que aquellos con personalidad opuesta, mientras que en las mujeres la diferencia es de solo 5%, concluyeron investigadores de las universidades de Cornell, Notre Dame y Western Ontario.
12| Ser rubia. Al parecer no solo los caballeros las prefieren rubias, también las empresas. Según la universidad australiana de Queensland, aquellas con ese color de pelo ganan 7% más frente a las que usan otros tonos, así tengan la misma educación y edad. Además, las monas tienen mejores ingresos porque se casan con hombres más ricos que el resto.
Fuente:
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