Dime cómo son tus números y…

La grafología pretende describir la personalidad de un individuo y determinar características generales de la personalidad, la naturaleza de sus emociones y su tipo de inteligencia, a través de la escritura.

La grafología se basa en el principio de que cuando una persona escribe, su ego se encuentra activo. De allí han surgido muchas teorías sobre la determinación del comportamiento de una persona a través de esta práctica.

Sin embargo, las conductas no sólo se pueden determinar con palabras, la grafología también analiza los números, pues la forma en la que se escriben las cifras puede decir la manera como una persona se relaciona con lo económico.

Esto, se evalúa principalmente según las leyes del movimiento, que no son otra cosa que las cuatro direcciones cardinales: descendente, ascendente, de izquierda a derecha y de derecha a izquierda.

Marcela Milesi, licenciada en Recursos Humanos (USAL), Coach Ontológico certificado (ICP) y Grafóloga (Colegio de grafólogos de Bs. As), explicó en el portal entremujeres.com que uno de los aspectos de mayor relevancia a la hora de realizar este tipo de análisis es el orden: la forma en la cual la persona decide distribuir y organizar las cifras cuando realiza una operación matemática, nos estará hablando de sus competencias para administrar y manejar dinero.

Según las pautas, analice su comportamiento:

DISTRIBUCIÓN

– Buena. Cuando los números están distribuidos cuidadosamente en la hoja, esto indica autodominio, claridad conceptual y objetividad en el juicio de valores. Esto quiere decir, que la persona le da importancia y seriedad a su dinero; y que busca administrar los recursos económicos con exactitud en forma justa, ya sean valores abstractos como concretos.

– Confusa. Se dice que está confusa, cuando las cifras están mal formadas, las distancias son irregulares entre unas y otras, las columnas están torcidas, etc. Esto habla de alguien que suele no ser claro en la administración, no tiene criterio a la hora de manejar sus ingresos, tiende a mentir o disfrazar las cosas por intereses materiales.

NÚMEROS

– Claros y bien delineados. Es una persona que sigue pautas, lo recto, lo medido y lo sujeto a comprobación; siente rechazo por las operaciones confusas, complejas y lo anacrónico.

– Muy grandes. Sueña con tener mucho dinero o hacerse millonario; puede poner de manifiesto cierta relación histérica con el dinero, exagera las emociones vinculadas con el mismo, y no guarda prudencia a la hora de gastar.

Es importante tener en cuenta el contexto en aspectos relacionados con la dimensión, ya que puede estar planteando también preocupaciones por temas financieros.

– Grandes y distribución confusa. Suele indicar que la persona no cuenta con competencias para llevar adelante tareas contables, ni una administración efectiva de los recursos.

DIMENSIÓN

– Pequeña. No cuenta con competencias para generar o administrar dinero, muchas veces se siente inferior por su situación económica.

– Pequeña y distribución clara. Pone de manifiesto que la persona es excesivamente minuciosa, detallista y en ocasiones en avaro.

– Más altas que anchas. Principalmente, los números 2, 3, 5, 7 y 9. Esto habla de alguien orgulloso, que le da importancia al dinero en cuanto al estatus que le proporciona.

– Más anchas que altas. Suele apegarse a los valores materiales más desde lo cotidiano y en busca de seguridad.

TRAZOS

– Presión de los trazos. Refleja el nivel de fortaleza o debilidad de carácter en el manejo del dinero y cómo impacta lo económico en su mundo emocional.

– Firme. Es una persona segura de sí misma, se maneja con empuje y autenticidad. Su aspecto económico no interviene en sus sentimientos y actitudes para con terceros.

– Débil. Si bien puede hablar de una persona humilde, habitualmente indica que ésta siente que no es lo suficientemente hábil para superar las dificultades económicas, es decir, que falta determinación y estímulo interno para salir a enfrentar este tipo de dificultades.

– Trazados con rapidez. Suele ser una persona vivaz, tanto desde el pensamiento como en la acción. Tiene facilidad para comprender y efectuar análisis matemáticos, económicos y financieros.

– Trazados con lentitud y regularidad. Busca manejarse con mayor orden y autocontrol; calcula sus acciones, son metódicas, serenas, y se toma su tiempo antes de tomar una decisión, ya que desea evaluar las opciones bajo diferentes aspectos.

– Trazos lentos pero débiles. En este caso, es una persona perezosa, con tendencia a la indolencia en relación al dinero.

Fuente:

Dime cómo son tus números y…

http://www.finanzaspersonales.com.co