Dos años del estallido de Lehman Brothers

Hoy, hace dos años una noticia amargó el desayuno de los estadounidenses. El banco Lehman Brothers anunció su bancarrota, chispa que sirvió como detonante de la mayor crisis financiera desde la Gran Depresión de la década de los 30.

El temor minó la confianza de los inversionistas en las bolsas del planeta, a la par que desnudó la fragilidad del entramado financiero que estuvo a punto de colapsar, de no ser por las ayudas que los Gobiernos decidieron entregar como salvavidas a grandes corporaciones.

El estallido de Lehman, sin duda, tuvo inmensas repercusiones que todavía siguen vigentes, y que en algunos casos no se sabe si desaparecerán o serán un constante. El mayor ejemplo de los efectos que generó la bancarrota de Lehman es el tema de la regulación bancaria.

El Gobierno del presidente estadounidense Barack Obama impulsó la mayor reforma financiera en la historia del país, mientras que en otras latitudes también se mira con lupa al sector. Las decisiones tomadas el domingo pasado en Basilea, por un comité de emisores y reguladores bancarios del mundo, es otra muestra de que la preocupación por afinar las tuercas del sector es más que vigente, y de paso revela que todavía queda mucha tela que cortar en ese debate.

Por supuesto, que el derrumbe de Lehman ha traído otros efectos nocivos para la economía. Los déficit de los Gobiernos han crecido de manera meteórica debido a los planes de estímulo emprendidos para revitalizar la economía; la tasa de desempleo en las economías más desarrolladas no da signos de bajar; y la confianza en los mercados todavía es un bien escazo, que puede variar con un débil soplido.

No cabe duda de que el 15 de septiembre del 2008, pasará a la historia. Ojalá que la lección se haya aprendido y no toque repetirla.

Fuente:

Dos años del estallido de Lehman Brothers

http://www.portafolio.com.co