Ecuador renunció el jueves a los beneficios arancelarios que otorga Estados Unidos como compensación a su lucha antidrogas, al denunciar amenazas de sectores de ese país tras su decisión de analizar un pedido de asilo de Edward Snowden, prófugo de la Justicia estadounidense, anunció el gobierno.
Ecuador renunció de forma «irrevocable y unilateral» a las preferencias arancelarias andinas con Estados Unidos ante presiones de grupos políticos de ese país de suspenderlas si el gobierno de Quito concede asilo político al ex agente de la CIA Edward Snowden.
«Ecuador renuncia de manera unilateral e irrevocable a dichas preferencias arancelarias», dijo hoy en una inesperada rueda de prensa el secretario de Comunicación, Fernando Alvarado.
Alvarado dijo que la decisión se toma «frente a la amenaza, insolencia, prepotencia de ciertos sectores políticos, grupos mediáticos y poderes fácticos estadounidenses que han presionado para quitar las preferencias arancelarias».
En la misma rueda de prensa, transmitida en cadena de radio y televisión, la ministra Coordinadora de la Política, Bety Tola, desmintió declaraciones del fundador de Wikileaks, Julian Assange, sobre la emisión de un documento de viaje para Snowden.
«El gobierno del Ecuador no ha autorizado ningún documento o carta de refugio que permita al señor Snowden trasladarse a Ecuador y cualquier documento de este tipo no tiene validez alguna», dijo Tola.
«Ecuador ofrece a los Estados Unidos una ayuda económica de 23 millones de dólares anuales, monto similar al que percibíamos por las preferencias arancelarias con el fin de brindar capacitación en materia de derechos humanos que contribuyan a evitar atentados a la intimidad de las personas, torturas, ejecuciones extra judiciales y demás actos que denigren la humanidad», destacó asimismo.
Legisladores estadounidenses advirtieron que bloquearían la renovación de las preferencias arancelarias a Ecuador, que caducan el próximo 31 de julio, si se concede asilo político a Snowden.
El senador demócrata Robert Menéndez expresó que la concesión de asilo político podría poner «gravemente en juego» la renovación de la Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de la Droga (ATPDEA, por sus siglas en inglés) y también del Sistema Generalizado de Preferencias (GSP).
«Ecuador no acepta presiones ni amenazas de nadie y no comercia con los principios ni lo somete a interés mercantiles por importantes que estos sean, el Ecuador recuerda al mundo que las preferencias fueron originalmente otorgadas como una compensación a los países andinos por su lucha contra las drogas pero pronto se convirtieron en un nuevo instrumento de chantaje», dijo Alvarado.
El funcionario expresó que a Ecuador le «hubiera encantado» que Estados Unidos también hubiera entregado a ex banqueros «prófugos de la justicia ecuatoriana».
«Nos hubiera encantado que, con la misma urgencia que se exige entregar al señor Snowden en el caso de entrar a suelo ecuatoriano, como cortésmente lo solicita la comunicación de la embajada de Estados Unidos en Ecuador, se hubiese entregado a muchos prófugos de la justicia ecuatoriana refugiados en Estados Unidos, particularmente los banqueros corruptos que dolosamente quebraron al país en el año 1999 cuya extradición ha sido reiteradamente negada por los Estados Unidos», dijo Alvarado.
Además, el gobierno ecuatoriano pidió que Estados Unidos ratifique por lo menos uno de los instrumentos interamericanos de Derechos Humanos, como el pacto de San José.
«Entendemos que deben existir mecanismos de lucha contra el terrorismo pero no podemos admitir que en este empeño se extrapolen los derechos humanos y las soberanías de nuestros pueblos», dijo.