David Jackson y su amigo querían lanzar una empresa. Encontraron su respuesta en una taza de café.
En 2010, Jackson se estaba comunicando con mensajes de texto con su amigo de la infancia y colega ingeniero Dave Petrillo. Hablaban sobre concebir un producto que hiciera buen uso de un material de cambio de fase: una sustancia que, como el agua, varía su estado según la temperatura. Ninguno de los dos trabajaba con un material así en su empleo, pero a ambos les intrigó la idea.
Luego llegó la inspiración. «Una mañana estaba en medio de mi rutina habitual», recuerda Jackson, que ahora tiene 29 años. «Tardaba unos 20 minutos en hacer un café latte perfecto y luego estaba o muy caliente y pasaba la siguiente media hora quemándome la lengua, o estaba demasiado frío y entonces lo ponía en el microondas y luego me quemaba la lengua. Entonces pensé que la situación era estúpida. Soy un ingeniero… sé cómo solucionar este problema».
Le envió un mensaje a Petrillo, que ahora tiene 26 años, y descubrió que su amigo había estado pensando exactamente lo mismo: ¿por qué no crear un producto que use un material de cambio de fase para mantener el café a la temperatura exacta?
Para el Día de Acción de Gracias, ambos ingenieros hacían prototipos de Coffee Joulies, granos de metal del tamaño de un cubo de hielo llenos de un material de cambia de fase. Cuando se coloca en el café caliente, los granos absorben cualquier exceso de calor para enfriar el café y que quede en 60 grados centígrados. Cuando el café se enfría, los granos liberan ese calor y mantienen la bebida caliente durante cinco horas.
Los prototipos iniciales se fabricaron con cobre cubierto en níquel, pero los socios querían usar acero inoxidable, así que en marzo de 2011 lanzaron una campaña en Kickstarter. Jackson envió tres e-mails a blogs de tecnología, y fue mencionado en los tres. La campaña superó su meta de US$9.500 y recaudó US$306.944. La empresa fue lanzada un mes más tarde y fabrica su producto en el estado de Nueva York. Desde entonces, registró ventas por US$1,4 millones. Un set de cinco Joulies cuesta US$59,95 en Estados Unidos.
Los socios trabajan en Joulies a tiempo completo, pero Jackson afirma que piensan seguir inventando.
Fuente:
El café de todas las mañanas motivó una empresa nueva