El mundo de las acciones

Las empresas pueden valorizarse o no. ¿Qué hay que saber a la hora de comprar acciones?

Si usted es una de esas personas que no tiene claro cómo se compra una acción, qué derechos adquiere al hacerse accionista de una empresa o de dónde provendrán sus ingresos, aquí le presentamos una guía básica que podrá resultarle bastante útil.

Lo primero que debe saber es que las acciones representan el capital de una empresa, por eso, cuando usted decide adquirirlas se convierte en socio de ésta.

Como socio, adquirirá una serie de derechos, que se pueden clasificar en económicos y políticos. Entre los primeros se encuentran: i) negociar las acciones libremente, esto quiere decir, poder venderlas en el momento que considere conveniente; ii) participar de los dividendos, cuando éstos sean decretados, así como de la valorización de la acción, dada por la diferencia entre el precio de compra y el precio de venta y iii) en caso que la empresa se liquide, recibir una parte proporcional de los activos, una vez se hayan pagado las obligaciones con empleados y acreedores.

Además, los accionistas tienen la posibilidad de participar y votar en la Asamblea, así como de revisar los libros de la empresa dentrote un período establecido.

Tipos de acciones

Existen tres tipos de acciones, las ordinarias, preferenciales y las privilegiadas. La diferencia radica en los derechos económicos y políticas que cada una otorga a sus accionistas.

Las acciones ordinarias otorgan el derecho a recibir los dividendos cuando son decretados, a participar en la asamblea anual de accionistas, a dar su voto sobre los temas que allí se discutan y a revisar los libros contables de la empresa para conocer su gestión.

Las acciones privilegiadas, por su parte, otorgan a sus titulares además de los derechos que dan las acciones ordinarias, privilegios como: recibir una parte proporcional de los activos de la empresa en caso de liquidación de forma prioritaria frente a los demás accionistas, así como recibir los dividendos decretados con prelación (es decir, que se las utilidades se le destinen en primer término).

Mientras tanto, las acciones preferenciales dan derecho al pago de un mejor dividendo con prelación por encima de los accionistas ordinarios y en el caso de liquidación de la empresa, otorgan privilegios en el reembolso del capital. Los accionistas preferenciales NO tienen derecho a voto en la Asamblea de Accionistas.

Cómo se adquieren las acciones

Las acciones se pueden adquirir en el mercado primario o en el mercado secundario. En ambos casos la operación de compra se debe realizar a través de un intermediario de valores.

En el mercado primario las acciones no se han negociado previamente. La primera emisión puede hacerse a través de una oferta privada o de una oferta pública. La primera está dirigida a menos de 100 personas determinadas o a menos de 500 accionistas y la segunda a personas no determinadas o a 100 ó más personas determinadas. Usualmente, la oferta pública se hace a través de un proceso de democratización por medio del cual las personas pueden comprar acciones directamente al emisor.

También se puede acudir al mercado secundario para adquirir acciones que ya están en circulación y que se encuentran en manos de otros inversionistas. En este caso hay dos maneras de hacer la compra de acciones. La primera, de manera individual, a través de una firma comisionista de bolsa y la segunda, es de forma indirecta por medio de vehículos de inversión colectivos, como son los fondos de pensiones voluntarias o las carteras colectivas.

Ingresos

Los accionistas obtienen ingresos por los dividendos pagados de las utilidades obtenidas por la empresa, así como por las ganancias de capital obtenida al momento de vender sus acciones a un precio mayor al pagado al momento de la compra. Estas ganancias reflejan que la compañía en ese período de tiempo ha crecido, ha mejorado su desempeño o que las expectativas de los inversionistas sobre el futuro de la empresa son positivas. La confianza es un factor clave a la hora de determinar el precio.

Sin duda, en el mercado también puede pasar lo contrario y las acciones pueden desvalorizarse. En este caso, al salir a vender, el accionista incurriría en pérdidas. La volatilidad de los precios de las acciones (la posibilidad que puedan estar subiendo y bajando), hace que NO sea aconsejable realizar este tipo de inversiones si se tiene un horizonte de corto plazo, porque puede que cuando necesite su dinero, tenga que vender por debajo del precio de compra.

Las acciones deben utilizarse como una inversión a largo plazo y NO para especular.

La experiencia nos muestra que algunas empresas crecen y otras no, pero en general la tendencia en el largo plazo es que las acciones que cotizan en bolsa tienden a registrar valores positivos.

Por lo tanto, invertir en una amplia gama de acciones en distintos sectores e incluso países, puede ser una buena oportunidad para obtener ganancias en un horizonte de inversión más largo. La clave es encontrar la combinaciones de acciones y de otros vehículos de inversión, que se adapten a sus necesidades y a su perfil.

Fuente:

El mundo de las acciones

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