El ratio Price-to-Earnings: ¿cómo leerlo y utilizarlo?

El ratio Price-to-Earnings (PE), es la relación que se da entre la valuación de una empresa medida por el precio de mercado (o su capitalización bursátil) y sus ganancias por acción (o en monto).

Es el múltiplo más usado en valuación relativa, dado que está ampliamente disponible. Se obtiene a partir de tres cifras de público conocimiento, y es simple de calcular para la mayoría de las acciones. Básicamente, refleja qué tan sobrevaluada o subvaluada se encuentra una acción, determinando el valor que el mercado confiere a determinado papel.

Técnicamente, el PE de una acción se obtiene dividiendo el valor actual del mercado de ese papel por las ganancias divididas por el número de acciones emitidas por la compañía. También puede ser expresado como la capitalización bursátil; es decir, el precio de la acción por el número de acciones emitidas, dividida por las ganancias.

El ratio varía diariamente con las variaciones de precio que experimenta la acción, pero también puede verse muy alterado cuando se modifica la cantidad de papeles que posee una compañía. Por ejemplo, el aumento de capital realizado por la empresa Petrobrás (PBR) la ha encarecido para todos sus accionistas después de la emisión, dado que produjo una licuación en la tendencia accionaria de los inversores, y es lógico que la veamos así: tendrán que transcurrir más años hasta recuperar la inversión medida por sus ganancias por acción, porque ahora existe una cantidad de acciones mucho más elevada en el mercado.

Muchas veces, este ratio es utilizado para saber qué tan atractiva se encuentra una acción a la hora de comprarla, aunque veremos en este artículo que muchas veces es necesario entender cómo se construye para sacar conclusiones valederas: por ejemplo, un PE negativo no debe ser tenido en cuenta ya que es totalmente posible, pero ilógico desde el punto de vista del análisis: nadie nos va a regalar las acciones porque en un ejercicio esa empresa pierda plata.

A modo de ejemplo, cuando una acción tiene una relación de precio/ganancia de 20, quiere decir que la compañía percibe ganancias anuales de 2 dólares por cada 10 dólares que vale la acción, por lo que deberían transcurrir 20 años para recuperar la inversión inicial a los precios y ganancias actuales. Es una medida de recupero de la inversión tal como existe el payback ratio en el análisis de proyectos de inversión reales.

Si la acción A se está negociando en 48 dólares y las ganancias por acción de los últimos 12 meses son 3 dólares, entonces A tiene un cociente de P/E de 48/3 o 16 veces o años. Es decir, que el comprador del papel está pagando 16 dólares por cada dólar de ganancias que tenga, si se supone que no van a verse modificadas mucho.

No importa tanto el valor en sí de un PE, sino que resulta mucho más útil sumarle la evolución que tuvo, su trayectoria en el tiempo y la tendencia hacia adelante que podría esperarse de él. Eso depende de sus fundamentals, por lo que es necesario conocer a la empresa en sus aspectos fundamentales, es decir entender cuál es el negocio principal, las proyecciones futuras macro/sectoriales y microeconómicas de la empresa, la tasa de descuento apropiada, y el riesgo respecto a la competencia y del mercado donde opera.

Por lo general, el PE se calcula tomando en consideración el precio actual, aunque en algunas oportunidades se toma el precio promedio del año, especialmente en el caso de empresas con mucha volatilidad.

Pero algo muy importante a tener en cuenta es que el denominador puede reflejar las ganancias obtenidas durante los últimos 12 meses (últimos 4 balances trimestrales conocidos), lo que en inglés se denomina PE trailing, o bien las ganancias estimadas para los próximos 12 meses, el llamado leading PE, o PE forward 12 meses. Es más útil estimar lo que va a ganar desde el punto de vista bursátil, pero se recae en la estimación propia o de analistas, en lugar de tomar cifras ciertas del balance de los últimos 12 meses.

Los inversores pueden así utilizar este simple cociente de PE para comparar el valor entre diversas acciones: si este papel tiene un PE del doble que el de otra acción, teniendo todas las demás variables operativas y de riesgo iguales, es una inversión menos atractiva.

Pero aquí está el punto clave: no hay dos empresas iguales, y la tarea del inversor se resume en encontrar esas diferencias. Si está justificado ese premio, quizás hasta sea atractivo comprar esa empresa con un múltiplo más alto, eso dependerá de la evaluación que haga el analista. En general, un alto P/E sugiere que los inversores esperan altos crecimientos de las ganancias en el futuro comparado con empresas de bajo PE.

Se suele comparar el PE de una empresa con el PE promedio de la industria a la cual pertenece, o contra el PE promedio del mercado, o de la Bolsa donde cotiza. Pero nos enfrentaremos a un problema si comparamos empresas de sectores con alto PE, como las tecnológicas, con empresas con bajo PE, como las empresas de energía eléctrica o de comercio minorista, con tasas de crecimiento de sus negocios muy diferentes.

Un tema a tomar en cuenta es que es un indicador que es muy manipulable y eso le juega en contra frente a otros métodos menos manipulables que tienen en cuenta el EBITDA o los flujos de caja, es decir que las ganancias son susceptibles de ser manipuladas contablemente, por lo que es necesario ver bien cómo se originó esa ganancia y si es genuina o no.

Es común ver cómo el PE disminuye en años futuros, debido a que se mantiene fijo el precio de la acción, el precio de cierre en el momento de realizar el informe, pero se proyecta un crecimiento de ganancias, por lo que el PE disminuye.

El PE debe ir de la mano de la rentabilidad relativa de la empresa, es decir su ROE, ya que los proyectos con alto ROE dan a la firma buenas oportunidades de crecimiento. También, se deduce que el PE aumenta para valores de reinversión de las utilidades más altos: el mercado lo reconocerá con un múltiplo de PE más alto si explota esas oportunidades más agresivamente reteniendo más ganancias para financiar esas oportunidades.

Fuente:

El price-to-Earnings: ¿Cómo leerlo y utilizarlo?

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