¿Es posible reducir los costos de energía eléctrica con derivados financieros?

Mercado de valores colombiano

El panorama de contratación de la energía eléctrica en Colombia ha cambiado con la entrada en operación de los derivados financieros con subyacente electricidad. Se trata de instrumentos con usos diferentes para agentes en la cadena de valor del mercado eléctrico.

 

Por: Alejandro Lucio, Gerente General Derivex S.A.

Conceptualmente estos instrumentos ofrecen para productores y comercializadores de energía la posibilidad de fijar sus flujos futuros de caja ante la incertidumbre generada por la alta volatilidad del precio de bolsa de energía (sistema utilizado en el mercado de energía mayorista en donde generadores y comercializadores de energía eléctrica efectúan transacciones de energía hora a hora). Se trata para estos agentes de un instrumento de cobertura que permite generar certeza sobre los precios futuros haciendo predecible el desarrollo financiero del negocio y por ende las perspectivas de inversión y crecimiento.

La existencia de un mercado de derivados abre adicionalmente posibilidades para otros actores  que se ven afectados por esa misma volatilidad. El precio que los grandes consumidores de energía eléctrica reconocen a los agentes de la cadena por el activo  tiene incluida una prima de riesgo que es directamente proporcional a la volatilidad del mercado. En términos simples, si quien vende la energía eléctrica al consumidor final percibe que será objeto de variaciones importantes del activo de referencia, éste se verá obligado a reconocer en su oferta esta circunstancia elevando el precio de venta final.

Tradicionalmente, la energía eléctrica en Colombia para grandes consumidores se negocia a plazos de entre uno y tres años y mayormente a un precio fijo por la vigencia del contrato. Algunos contratos incluyen la posibilidad de fijar un porcentaje del precio y el remanente negociarlo indexado a precio de bolsa de energía. Este precio de bolsa es variable y altamente volátil, pues depende de varios fundamentales como las condiciones climáticas actuales y sus perspectivas futuras, el precio de commodities a su vez con altos niveles de volatilidad como gas, carbón y otros combustibles, el crecimiento económico, etc.

 A pesar de la variabilidad en los  fundamentales, en condiciones normales el precio de bolsa se encuentra en niveles inferiores a  los precios fijos de contratación pactados para la entrega del activo. Cómo podría una industria beneficiarse pagando el precio de la bolsa de energía en escenarios de bajos precios y así mismo no perjudicarse al elevar su costo efectivo de energía eléctrica cuando el precio de bolsa se dispara?

Es aquí donde el uso de instrumentos financieros derivados cobra vigencia. Si, a manera de ejemplo, una industria hubiera contratado el 100% de su consumo de energía eléctrica  indexado a precio de bolsa de energía en los últimos cinco años, el costo promedio que habría reconocido estaría alrededor del los 85 pesos por kw/hr versus un costo promedio de contratación promedio por encima de los 120 pesos kw/hr que en general han reconocido los usuarios en ese mismo periodo de tiempo.

Como se presenta anteriormente, en promedio el ahorro es significativo. Sin embargo las altas volatilidades del precio de bolsa de energía habrían generado precios finales en algunos meses, en especial en presencia de sequías o fenómenos del niño superiores a los 200 pesos kw/hr. Cómo fijar entonces el precio de manera que en eventos de precios sustancialmente al alza el costo final no se vea afectado en las mismas proporciones?

El usuario industrial podría entonces contratar por una parte la energía eléctrica con una mayor exposición al precio de bolsa y al mismo tiempo mediante el uso de futuros financieros comprar una cobertura. En la práctica, este usuario está por una parte garantizando el despacho de la energía a través del contrato tradicional y por otro lado fijando el precio con el uso del instrumento financiero.

Se trata entonces de administrar el costo final que se paga por el uso de energía eléctrica mediante la combinación de las herramientas con que actualmente cuentan los usuarios generando ahorros considerables en la gestión financiera de la compañía. Industrias para las cuales el costo de la factura de electricidad representa un alto porcentaje de sus costos de producción, como es el caso de la industrias cementeras, siderúrgicas, petrolera, papelera, textil, etc pueden beneficiarse de este tipo de estructuras como ocurre en mercados con elevados niveles de desarrollo y sofisticación para la gestión financiera.
En Colombia ya algunas compañías del sector real están incursionando en este mercado en busca de los beneficios descritos. A nivel internacional es común ver que dentro de las áreas de gestión financiera de este tipo de empresas se cuenta con expertos en la gestión de costos vía la utilización de diversos tipos de instrumentos derivados.

En conclusión, el precio de la energía que se negocia día a día en “la bolsa”, a los ojos de los industriales tiene las dos caras de la moneda: la primera es la de ser mas económica (estadísticamente hablando) que la que se consigue en la contratación bilateral; esto se debe a la segunda cara, que es la altísima volatilidad del precio en bolsa.  Esta incertidumbre da cuenta de buena parte del diferencia entre el spot (precio de bolsa) y el precio forward (contrato bilateral). 

Es lógico entonces pensar que una solución “ideal” es la que maximiza el ahorro al menor nivel de riesgo posible. Esto indica que es deseable tener dentro de la tarifa con la que paga la energía el industrial (contrato bilateral), una participación del componente más económico (precio de bolsa).  Igualmente esto exige buscar un cubrimiento contra la volatilidad de este precio en los periodos que se consideren más riesgosos ya sea por cuestiones climáticas, de suministro de gas, regulatorias, etc.
Los derivados financieros, por sus características de estandarización, vencimientos mensuales, facilidad de negociación y bajo costo transaccional ofrecen una alternativa adicional que complementa la gestión financiera de la industria permitiendo reducciones considerables en el costo por  energía eléctrica.

Fuente:

¿Es posible reducir los costos de energía eléctrica con derivados financieros?

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