Formas inteligentes de invertir

Hace algunos años decidí que era hora de aprender formas más inteligentes y productivas de manejar mi dinero.Era hora de dejar la dependencia de la cuenta de ahorros y pensar en serio cómo invertir mi plata en algo más útil y rentable.

Empecé tímidamente averiguando qué hacían los demás y, claro, invertir en acciones era una de las mejores opciones.

Al principio me costó trabajo entusiasmarme, ya que como politóloga este tema no sólo era lejano, sino que francamente me espantaba.

Sin embargo, tuve la buena fortuna de que la empresa para la que trabajo fuera adquirida por una multinacional anglosajona experta, entre otros, en temas de comunicaciones financieras y de mercados capitales. De esta manera pude empezar a hacer la tarea, sin tener que tragarme kilos de libros que me miraban amenazantes desde la biblioteca de mi marido.

Empecé con Ecopetrol, y he ido invirtiendo en otras emisiones, unas buenas, otras no, pero más que eso tengo que confesar que hoy el tema me apasiona. Tanto así que uno de mis perros se llama Soros en honor del famoso inversionista de origen húngaro.

No sólo me parece un mundo fascinante, sino que al haber podido asesorar a compañías en emisiones y en su nueva vida como empresas listadas, me pude dar cuenta de que las Oferta Pública de Adquisición (OPA) se parecen mucho a las campañas políticas, mundo en el cual me siento más cómoda.

Al salir a bolsa se necesita una campaña, hay mucha presión, hay que mantener un silencio sigiloso en ciertos momentos, hay que analizar qué hace el entorno constantemente y hay que prepararse para un gran día que implica mucho trabajo anterior y, claro, una vez culmina la OPA se entra a un nuevo mundo donde los reportes trimestrales, las relaciones con inversionistas y el gobierno corporativo mandan la parada.

Es como cuando una campaña política es exitosa y debe dar el paso a gobernar.

He visto cómo cada emisión y OPA local se han ido sofisticando, pero me siguen sorprendiendo las grandes diferencias todavía existentes entre las prácticas en mercados como el norteamericano y el nacional.

Acá el nivel de información, transparencia, divulgación y gobierno corporativo aún es incipiente y como inversionista me siento a veces frustrada de que muchas empresas salgan a bolsa, pero sigan comportándose como si fueran privadas, perdiendo así la oportunidad de ser consideradas como inversión a futuro.

Claro, yo sólo soy una miniinversionista y no ando todo el día mirando el comportamiento de los precios en la Bolsa de Valores de Colombia, pero sí espero que en el futuro cercano cada vez más empresas entren de lleno a la bolsa y permitan que personas como yo accedamos a toda la información para poder convertirnos en inversionistas inteligentes que apenas recuerden el tiempo en el que sus cuentas de ahorro eran su principal vehículo de inversión.

Fuente:

Formas inteligentes de invertir

http://www.portafolio.co

Johanna Peters