Durante años, un beneficio de trabajar en Goldman Sachs era la posibilidad de mantener el portafolio de inversiones personales y otras participaciones financieras dentro de la prestigiosa división de gestión de activos de la empresa.
Aunque el salario de empleado fuera de 50,000 dólares o 50 millones de dólares, todo el personal tenía derecho a los mismos privilegios bancarios como cualquier valioso cliente de Goldman, incluso después de jubilarse. El mensaje era simple: Nos ocupamos de nuestros empleados.
Sin embargo, recientemente, Goldman ha estado obligando a los empleados con menos dinero a mover sus fondos a Fidelity Investments, con cuentas de inversión similares a las disponibles para el público en general. La medida, de hecho, ha creado una clara división social dentro de Goldman y enfurecido a algunos de sus empleados, que se sienten menospreciados por las nuevas políticas de la empresa.
De acuerdo con varios ex-trabajadores, Goldman comenzó la transición a principios de este año , exigiendo a los empleados con menos de un millón de dólares en activos a pagar una cuota anual de 3.000 dólares para mantener sus cuentas abiertas en Goldman.
Más tarde, se envió una carta informando a los titulares de cuentas por debajo de dicho límite que se verían obligados a trasladar sus cuentas a Fidelity antes de finales de 2014. El portavoz de Goldman, David Wells, dijo que la nueva política se aplica tanto a los empleados actuales como a los antiguos. «
Fuente:
Goldman Sachs da la espalda a sus empleados más pobres
