Todos hemos tenido una charla a solas con nosotros mismos. “Vamos”, “puedes hacerlo” o “ahora es el momento” son algunas de las frases que probablemente te hayas dicho hoy. Sin embargo, la forma en la que te comuniques contigo mismo puede mejorar tu confianza y productividad, ¿cómo?
Cuando hablamos con nosotros mismos utilizamos un lenguaje que no cuidamos, sin embargo el mensaje que nos transmitimos nos puede afectar más de lo pensado. No importa lo que te digas, sino cómo te lo digas. Existen tres tipos de charlas interiores: la neutral, que es la que usamos cuando vamos haciendo la lista de la compra en el supermercado; la negativa, que es la que podemos llegar a tratar cuando decimos: «Soy demasiado vago, este informe debió de hacerse hace semanas» –este exceso de diálogo negativo puede afectarte a tu autoestima-; y el positivo con frases como: «Por supuesto que puedo hacer esto», que nos impulsan a la acción.
Hay gente ultra exitosa que se deleita presumiendo de sus metas profesionales. Son esas personas que triunfan en diferentes dimensiones de la vida como en la amistad, la salud, la familia e incluso en el trabajo (en el que no solo son buenos, sino que además disfrutan de él).
Un estudio realizado por Talent Smart (una iniciativa que analiza la inteligencia emocional), explica qué tienen en común las personas ultra exitosas. En concreto, el 90% son expertas en el manejo de sus emociones con el fin de mantener la concentración, tranquila y productiva (son personas con una alta inteligencia emocional, lo cual es fundamental para el logro de sus sueños).
Entre todas las estrategias que la gente ultra exitosa utiliza para alcanzar sus metas, hay doce que destacan. Algunas pueden parecer obvias, pero el verdadero desafío está en reconocer cuándo se necesita ponerlos en prácticas y qué medios se necesitan para hacerlos realidad.
Intenta anotar tu diálogo interno cuando tenga lugar, hay que saber qué está pasando por tu cabeza. Una vez que hayas detectado cuáles son los diálogos negativos y cuándo te suceden, rétalos. Por ejemplo,cuando te digas a ti mismo que algo no va a funcionar o no va a salir bien, pregúntate de inmediato: «¿Cómo sé que esto no va a salir como espero?» o «¿y qué si funciona?». Todo esto es con el fin de cambiar este diálogo que podemos tener con nuestra persona y que aunque no creamos, nos afecta. Por último, el uso del pronombre «usted» en lugar de «tú» mejora nuestra autoestima según un estudio publicado por European Journal of Social Psychology. Esto pasa porque usando la segunda persona nos ayudamos a obtener una mejor perspectiva de la situación y a ser más objetivos.
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Hablar contigo a solas puede ayudarte a ser más exitoso