Con poco más de 300 mil pesos y en un garaje que ni siquiera era de ellos, comenzó la historia de éxito de los ingenieros de la Universidad de Stanford, David y Bill, que sin proponérselo, dejaron un legado imborrable en la historia tecnológica.
portátiles, impresoras e insumos. Su amplia oferta en ordenadores de medio y alto rendimiento, la ha convertido en una de las empresas electrónicas más reconocidas por la calidad de sus productos, lo que ha influido en que hoy sea la compañía con mayores ventas de procesadores alrededor del mundo.
Su historia y creación se asemeja a la de muchas de las grandes marcas existentes, siendo el resultado de largas horas de ensayo y error de jóvenes en sus habitaciones dentro de sus campus universitarios, o en sus cocheras. Los inicios de HP no son la excepción a la regla.
Todo comenzó en un garaje contiguo en la casa que arrendaba David Packard en Palo Alto, California. Junto a William “Bill” Hewlett, compañero en la Universidad de Stanford, decidieron comenzar a fabricar instrumentos para comercializarlos. Pese a que su primer invento no fue un computador, los estadounidenses partieron confeccionando dispositivos de audio y cálculo matemático. Dentro de sus primeros clientes destaca Walt Disney, quien les compró ocho osciladores de audio.
Packard Bell se creó formalmente el primer día de enero de 1939, con una inversión inicial de 538 dolares. Para ese entonces, Bill ya era ingeniero eléctrico y poseía un doctorado, mientras que David poseía el mismo título y había obtenido el grado de máster en su campo de estudio.
El primer computador lanzado por la firma HP fue el denominado “2116A”, en 1966, el cual recolectaba y analizaba datos para desarrollar tareas relacionadas a la administración. Tras una buena recepción y desempeño del producto, la compañía comenzó a lanzar nuevos productos durante los años poste-riores, los que cada vez se perfeccionaban y ofrecían nuevos adelantos.
Durante los años 80, la marca comenzó a ser reco-nocida por sus ordenadores de escritorio, calcula-doras e impresoras, las cuales presentaban un buen desempeño y alta durabilidad. Lo anterior no quitó que algunas de sus apuestas no fuesen bien recibidas por el público, como el procesador para estaciones de trabajo “Touchscreen 150”.”
Tras mucho andar, en 2002 y ya con 63 años en la industria, HP se atrevió a dar un salto importante en su expansión y desarrollo empresarial, el cual no estuvo exento de críticas internas. Adquirió la norteamericana Compaq por la no despreciable suma de 20 mil millones de dólares. Tras el traspaso, la organización se vio sumida dentro de una ola de críticas, despidos y cambios en el directorio, lo que influyó en un estancamiento de las ventas frente a la competencia. Para ese entonces, ninguno de sus creadores se encontraba con vida. David había muerto en 1996, mientras que Bill en 2001.
Desde 2008 a 2011, la compañía realizó diversas transacciones y adquisiciones para acrecentar su hegemonía en el rubro y diversificar la marca. Lo anterior se hizo tangible al lanzar teléfonos celulares en 2010, y recientemente tablets el año pasado.
La actual directora ejecutiva, Meg Whitman (ex CEO de eBay), fue nombrada en 2011 en reemplazo de Leo Apotheker, quien fue despedido por su corta, pero desastrosa gestión. Whitman dijo en 2013 a la revista Fortune que HP “aún tiene mucho trabajo que hacer”, a raíz de la caída en sus ventas que por tercer año consecutivo aquejaban a la empresa.
Pese a la desaceleración de las ventas de de HP, la compañía actualmente se ubica en el puesto número 17 del ránking “Fortune 500”, listado que destaca a las firmas norteamericanas con mayores utilidades. Registró 112 mil 298 millones de dólares en ingresos, con cinco mil 113 millones de dólares como ganancias.
De igual forma, la revista Forbes en su listado “Global 2000 Leading Companies” –que reconoce a las empresas más acaudaladas del mundo- ubica a Hewlett Packard en el lugar 80. Solo es superada por IBM (35), Microsoft (32), Samsung Electronics (22) y Apple (15).
Más allá de las suculentas utilidades de la organización, su cobertura mundial y lo que representa la marca, HP aún mantiene uno de sus legados más preciados: el Garaje Hewlett-Packard, en donde todo comenzó. Una modesta construcción en la calle Addison Avenue #367, que deja de manifiesto que con pocos recursos, pero con mucho esfuerzo y dedicación se pueden hacer grandes cosas. Desde 1987 que el inmueble es propiedad de la empresa y es considerado un patrimonio nacional. Además, California reconoce ese punto como el inicio del famoso Sillicon Valley.
Fuente:
Hewlett Packard: del garage a la gloria