La ciudad que quieren los bogotanos

La más reciente encuesta hecha por el ‘Programa Bogotá Cómo Vamos’ y realizada por la firma encuestadora Ipsos Napoleón Franco es un indicador de las preocupaciones de los bogotanos, sus percepciones sobre la ciudad y del comportamiento de sus habitantes, entre otros aspectos. Sus resultados resultan muy útiles en un momento en que se agita la carrera rumbo al Palacio de Liévano.

A pesar de que casi la mitad de los encuestados (el 46 por ciento) consideró que la actual administración del Distrito debería ocuparse de la “seguridad, orden público y la delincuencia”, entre 20 temas clave, los ciudadanos cambiaron su opinión sobre cuál debe ser la prioridad del gobierno distrital entrante.

El 73 por ciento de los encuestados (1.508 personas) consideró que la prioridad debe ser el empleo. Los encuestados debían escoger tres categorías entre 20 opciones. El segundo aspecto, que según los encuestados debería ocupar al gobierno es la salud. El 35 por ciento así lo cree. Yen tercer lugar la educación, el 34 porciento.

La encuesta también preguntó a los ciudadanos cuáles creen que deben ser las características del próximo alcalde. La mitad de los encuestados indicó como principal característica personal “que no sea corrupto”. En segundo lugar, el 41 por ciento de los encuestados dijo que uno de los aspectos más importantes por los cuáles elegiría al alcalde es por su “programa, ideas y propuestas”; y el 24 por ciento de los encuestados indicó que le pediría al alcalde “que no utilice la alcaldía para sus fines personales”.

El modelo de ciudad
 
De acuerdo a las prioridades que en criterio de los encuestados debe tener en cuenta la próxima administración, los encuestadores agruparon en cuatro modelos de ciudad esas preferencias. El modelo de mayor aceptación (del 29 por ciento de los encuestados) tiene las siguientes características, de acuerdo a los temas prioritarios que señalaron los encuestados:

El 23 por ciento considera que el tema más importante debe ser el empleo; el 12 por ciento la salud; el 11, la educación; el 10, la movilidad; el 8, la seguridad, el 6 la movilidad, el 5, la población pobre; y el 4, el espacio público y la transparencia.

Derechos Humanos

La encuesta preguntó a los bogotanos sobre su percepción sobre la situación de derechos humanos en la ciudad. En general, una gran mayoría de los encuestados considera que en Bogotá hay discriminación.

Al desagregar los resultados, el 97 por ciento de los encuestados consideró que ser desmovilizado y ser desplazado son razones de discriminación; el 96 consideró que la situación económica; el 94 la orientación sexual; el 93, la discapacidad; el 79, la raza o el grupo étnico y la edad; y el 65, el género.

Al respecto de algunos temas referidos a las libertades individuales, los bogotanos son conservadores, lo cual ratifica una tendencia que ha ido en aumento, según otros estudios de opinión.

Por ejemplo, el 79 por ciento de los encuestados está en desacuerdo con la legalización del aborto en todos los casos; el 75 por ciento con la adopción de niños por parte de parejas homosexuales y el 68 por ciento con el matrimonio homosexual.

Esta medición es muy importante si se tiene en cuenta que en los últimos días el país ha asistido a un debate importante por un fallo de la Corte Constitucional que indicó que no hay un solo concepto de “familia”, refiriéndose a las conformadas por parejas heterosexuales, y que da lugar a interpretar que una pareja de personas del mismo sexo pueden constituir una familia.

Además, el Partido Conservador ha propuesto un proyecto de ley para prohibir el aborto y contradecir la decisión de la Corte Constitucional que lo aprobó en tres casos específicos. A propósito, el 46 por ciento de los encuestados dijo estar de acuerdo con “mantener el aborto en los casos señalados por la ley”, mientras que el 38 por ciento dijo estar en desacuerdo.

Participación ciudadana

Tres de cada cuatro encuestados dijo que “nunca” se reúne para resolver los problemas que afectan a su comunidad y el 95 por ciento dijo no pertenecer a ninguna organización comunitaria; el 48 por ciento indicó que la principal razón para no participar en estas organizaciones era falta de tiempo. Y para el 45 por ciento de los bogotanos la participación ciudadana ha sido manipulada por la politiquería y la corrupción.

Para Jaime Torres, coordinador del Programa Bogotá Cómo Vamos “la participación ciudadana también ha sido afectada por esta crisis de valores. Hay alta incredulidad en la efectividad de la participación ciudadana porque se considera poco trasparente y no permite intervención real en la solución de los problemas”.

Cultura ciudadana

Los habitantes de Bogotá son bastante críticos respecto a la cultura ciudadana.

Por ejemplo, la mayoría de encuestados, el 54 por ciento, considera que los bogotanos “se comportan mal” en las filas de paraderos para buses; el 53 por ciento, en tolerar la corrupción; el 50%, en el cuidado del medio ambiente; el 45 por ciento, en el del espacio público; y el 44 por ciento, en el uso del Transmilenio, entre otros aspectos de interés público.

El 55 por ciento dijo que le parecía poco probable ser castigado en caso de “tirar papeles a la calle”; el 52 por ciento tuvo la misma opinión respecto a “no usar los paraderos” y el 50 por ciento a “dañar un bien público”.

La encuesta registró un descenso en el optimismo de los bogotanos que coincide con una de las peores crisis que ha tenido la ciudad por cuenta de las investigaciones por corrupción que tienen en jaque al alcalde Samuel Moreno y a su hermano Iván.

Paradójicamente, al iniciar su gobierno la ciudad vivía uno de los mejores índices de optimismo registrados desde 1998, fecha a partir de la cual se comenzó a hacer la medición: dos de cada tres bogotanos encuestados creía que las cosas iban por buen camino. Ese porcentaje descendió al 32 por ciento.

En el mismo sentido descendió el sentimiento de orgullo por la ciudad, que en 2008 registró uno de sus índices más altos cuando el 73 por ciento de los encuestados dijo tener ese sentimiento. Ahora, el registro llegó a su nivel más bajo con el 56 por ciento.

Ese mismo año, el 72 por ciento dijo sentir satisfacción con la ciudad como “un lugar para vivir”. Ahora solo el 56 por ciento dijo estar satisfecho con la ciudad.

Todos estos indicadores son una fotografía de cómo ha evolucionado la percepción de los ciudadanos sobre algunos temas. El estado de ánimo, las prioridades, los intereses de cada uno, el desarrollo de las campañas políticas, entre otros factores, serán aspectos determinantes a la hora de decidir el futuro de la ciudad.

Fuente:

La ciudad que quieren los bogotanos

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