La NBA no es un ejemplo a seguir a la hora de contratar

El uso de conexiones sociales para encontrar nuevos empleados es tan común en los negocios como un apretón de manos. Pero los ejecutivos que lo hacen pueden terminar perjudicando el desempeño de sus empresas.

Esa es la conclusión de un reciente estudio sobre las prácticas de contratación de los gerentes generales de la Asociación Nacional de Baloncesto estadounidense (NBA por sus siglas en inglés). Tras revisar datos de 34 años y los resultados obtenidos por 146 gerentes de equipos, los investigadores hallaron que los conjuntos cuyos líderes encuentran nuevos jugadores a través de contactos personales —en este caso, sus ex clubes— ven cómo sus equipos quedan a la zaga de aquellos cuyos directivos no se limitan a sus redes personales para contratar talento.

Los hallazgos son sorprendentes porque contradicen la hipótesis tradicional de que las relaciones personales ayudan a los responsables de personal a tomar mejores decisiones gracias al valor de la información que tienen sobre el sector en el cual se desempeñan y al conocimiento privilegiado de los individuos.

Los autores del estudio —Leif Brandes de la Escuela de Negocios de Warwick en Coventry, Inglaterra, y Marc Brechot y Egon Franck, de la Universidad de Zúrich en Suiza— examinaron los registros de la NBA sobre adquisiciones de jugadores, partidos jugados y triunfos y derrotas de los equipos. También analizaron el historial de empleo de los gerentes generales de los equipos, que están a cargo de la contratación de los jugadores.

El estudio encontró que los equipos con jugadores contratados a través de los lazos sociales del gerente con un ex empleador ganaron 45,2% de sus partidos de la temporada regular, en comparación con 50,2% en los clubes sin jugadores contratados a través de relaciones personales.

Los investigadores también calcularon que, en promedio, el uso de sólo un jugador contratado gracias a las relaciones personales redujo el porcentaje de victorias de un equipo en 5,2%, en comparación con los equipos que no hacían esta clase de incorporaciones.

Para los 50 equipos que apenas llegaron a las instancias decisivas del torneo, o playoffs, al ubicarse en el octavo lugar en sus respectivas conferencias durante los años del estudio, esto se tradujo en aproximadamente dos victorias menos, lo que en la mayoría de los casos sería suficiente para dejarlos fuera de los playoffs.

¿Por qué sucede esto? Una de las razones, en opinión de los autores, es que los gerentes pueden recurrir a los contactos sociales para acelerar el proceso de búsqueda o porque les resulta más conveniente. “O tal vez le están haciendo un favor a alguien que conocen del pasado”, dice Brechot. Pero esa forma de contratación puede nublar la capacidad del gestor para juzgar quién es el jugador más idóneo para un puesto, lo que lleva a la disminución del rendimiento del equipo. “Es un sesgo en la toma de decisiones”, advierte el investigador.

El abogado del diablo podría decir que es posible que los ex empleadores den intencionalmente malos consejos a los gerentes para perjudicar a sus nuevos equipos. Así es la competencia en los deportes, sobre todo a nivel profesional. Pero de acuerdo con Brechot, la incidencia negativa de los jugadores contratados a través de los vínculos sociales fue menor en los equipos dirigidos por gerentes que no fueron contratados por los propietarios actuales de los equipos de la NBA. De tratarse de gerentes que sí fueron contratados por los presentes dueños de las franquicias, explica Brechot, habrían sido monitoreados más de cerca por el dueño del equipo y, por lo tanto, los jugadores recomendados habrían pasado por un examen más riguroso antes de firmar. Por lo tanto, argumenta Brechot, el peor rendimiento de los equipos con un jugador contratado gracias a relaciones no es simplemente el resultado de una mala asesoría.

Aunque el estudio se limitó a examinar a los gerentes de la NBA, puede ser relevante para muchos otros tipos de administradores que han asumido que la contratación a través de contactos sociales garantiza buenos resultados.

“¿Realmente creen que encontraron la mejor combinación para esta posición, o es sólo una manera conveniente de reducir la carga de trabajo personal?”, pregunta Brechot. “Los gerentes de contratación deberían al menos ser conscientes del intercambio que están haciendo entre su beneficio propio y las ventajas para la empresa en que trabajan”.

Fuente:

La NBA no es un ejemplo a seguir a la hora de contratar

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