Este será un año crucial para las bolsas de todo el mundo.
A lo largo de varios años, las bolsas disfrutaron de un creciente volumen a medida que trasladaron sus operaciones de corretaje desde los pisos de negociación a sistemas informáticos. Ahora, ese auge ha perdido fuerza y la crisis financiera ha hecho mella en la rotación de acciones y derivados.
Como consecuencia, los operadores bursátiles buscan crecer de otra forma: a través de fusiones, inversiones en negocios más rentables e ingresando a segmentos de corretaje que hasta ahora estaban lejos de su alcance, desde los derivados exóticos hasta los bonos.
La forma en la que se lleven a cabo esos planes tendrá implicaciones profundas para las empresas que busquen recaudar dinero y para los inversionistas de todo tipo, así como para las bolsas grandes y pequeñas en todo el mundo.
Los inversionistas, por ejemplo, podrían conseguir acceso a una gama más amplia de productos y plataformas y un número más reducido de bolsas podría tener más poder y mayor alcance.
William Duke
No obstante, los planes de los operadores de bolsa podrían ser cancelados o limitados ampliamente por los reguladores. A comienzos de año, autoridades en Asia y Estados Unidos cerraron la puerta a grandes planes de fusión y Europa está a punto de someter a revisión una más.
Sin importar los resultados, los próximos 12 meses serán cruciales para la media docena de compañías que dominan todos los días los miles de millones de operaciones en acciones, futuros y opciones y que representan el grueso de la capitalización total de este mercado, valorada en US$97.000 millones.
A continuación, una mirada a lo que las bolsas enfrentan en los próximos meses.
Fusiones
Este año, un festín de acuerdos trasnacionales entre las bolsas fue aguado cuando los países trataron de proteger sus mercados de las adquisiciones extranjeras y los reguladores levantaron barreras. Singapore Exchange Ltd. (SGX), London Stock Exchange Group PLC (el operador de la Bolsa de Londres), TMX Group Inc. de Canadá, IntercontinentalExchange Inc. y Nasdaq OMX Group Inc. fueron obligados a renunciar a sus planes de fusión.
Ahora, algunos de estos operadores de mercados están reagrupándose o buscando nuevas oportunidades. La Bolsa de Londres (LSE) ha confirmado una oferta por la cámara de compensación londinense LCH.Clearnet, la cual también ha atraído el interés de Nasdaq. También han circulado informes de que LSE y SGX evalúan presentar ofertas, o incluso una conjunta, por la Bolsa de Metales de Londres.
A corto plazo, un gran acuerdo sigue su curso: la combinación de Deutsche Börse AG y NYSE
Euronext. Si el acuerdo se concreta en diciembre según lo planeado, se crearía la mayor plataforma combinada para la cotización de acciones y el mercado de futuros con mayor actividad del mundo.
Para las bolsas, las fusiones tienen gran sentido. No sólo ingresan a territorio extranjero, sino que alcanzan economías de escala. Unificar la tecnología a lo largo de varios sistemas de corretaje permite que se lleven a cabo transacciones por menor precio.
Sin embargo, para los reguladores y participantes en el negocio de las finanzas, las fusiones presentan una serie de problemas. En el caso del acuerdo entre Deutsche Börse-NYSE Euronext, a los corredores no les gusta que el grupo combinado tenga un dominio de los mercados de futuros de Europa, lo cual, argumentan, dificulta el camino para los recién llegados y eleva la posibilidad de comisiones más altas.
Derivados
Los gobiernos buscan que los grandes bancos trasladen más de sus negocios de derivados extrabursátiles (que mueven unos US$6,01 billones) a plataformas tipo bolsa de valores, como una forma de reducir el riesgo sistémico en los instrumentos complejos, el cual precipitó la crisis de 2008.
La idea es distribuir el riesgo de una cesación de pagos, asegurando que el colapso de una firma no cree un efecto dominó.
Un giro hacia la compensación y un mayor corretaje electrónico podría implicar grandes cambios para el negocio de derivados. Los precios podrían hacerse más competitivos, pero los bancos pequeños y los corredores con posiciones significativas en esos instrumentos podrían tener que poner más garantías para continuar operando a ese nivel.
Otros negocios
El avance hacia los derivados forma parte de una estrategia de las bolsas para diversificar sus negocios de las acciones a segmentos no explotados.
Los operadores de las bolsas argumentan que pueden mejorar los negocios de divisas y renta fija, que actualmente son dominados por los bancos, ofreciendo un corretaje y precios más transparentes, lo cual podría atraer a más gestores de fondos e inversionistas individuales.
Los mercados respaldados por bolsas de valores podrían ofrecer una forma más sencilla para que las firmas de corretaje computarizado, las cuales han asumido el rol de los operadores humanos en la última década, compitan más equitativamente con los bancos de Wall Street.
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