Sigue los consejos de un experto para evitar que el estrés se propague por tu organización.
José María Martínez Selva es catedrático de Psicobiología en la Universidad de Murcia, en España. En 2004, la publicación del libro «Estrés laboral: guía para empresarios y empleados» lo convirtió un referente en toda Iberoamérica. No sólo porque es capaz de explicar el tema en palabras sencillas, sino porque propone técnicas y hábitos que ayudan a enfrentar y disminuir el problema en forma concreta.
Un ejemplo: la gestión del tiempo en el trabajo. «No consiste tanto en organizarse para hacerlo mejor», dice. «Sino en tener tiempo para el ocio, que nos va a permitir estar más contentos. Cuando estamos muy atareados no tenemos tiempo para pensar en cosas importantes y todo el mundo debería reservar un rato para meditar sobre lo que es y no es importante». Eso, al final, se traduce en una persona feliz que trabaja mejor.
Descubre, en palabras del Dr. Martínez Selva, como entender y controlar el estrés en tu empresa.
¿Qué es el estrés?
Es un balance entre dos cosas. Los cambios, las exigencias y las demandas que vienen sobre nosotros. Y, después, el esfuerzo que hacemos por adaptarnos. Si nos adaptamos bien, no hay estrés. Si los recursos que ponemos en marcha para hacerlo no funcionan o no son eficaces y la situación se prolonga o es muy intensa, a eso los psicólogos lo llamaríamos estrés.
Descubre qué lo provoca
El estrés puede tener su origen en una multiplicidad de factores. Aún así, los médicos y especialistas están en condiciones de encontrar sus causas, que van desde condiciones físicas (de la persona o el trabajo) hasta problemas en la organización, la carga de trabajo, el nivel ocupacional o la correspondencia (o ausencia de ésta) entre lo que la persona quiere hacer y lo que efectivamente hace.
Otros factores tienen que ver con el conflicto o indefinición de roles que dejan al empleado en la incertidumbre sobre lo que se espera de él. Y también con conflictos interpersonales (al interior o exterior de la empresa). Lo primero que debes saber es qué te pasa: si estás más fatigado de lo normal, si no duermes, si te duele la cabeza o si estás más sensible de lo habitual.
Aprende a enfrentarlo
Una vez analizadas las causas, es conveniente seguir algunas recomendaciones: reducir la carga de trabajo, plantearse nuevas formas de organización y gestión del tiempo y examinar la actitud ante el empleo.
Por ejemplo, clave que logres «desconectarte» en tus horas libres o de descanso. Ahora bien, si el estrés se origina en conflictos interpersonales debes trabajar habilidades de comunicación sociales y de autocontrol. También es importante armar una red de apoyo social y hablar con personas de confianza. Otras técnicas que ayudan son la relajación y la introducción de hábitos que mejoren tu salud y, por consiguiente, tu calidad de vida.
Pero no sólo eso. El descanso y el sueño son muy importantes para encontrarse bien durante el día y rendir, no sólo en el trabajo, sino en la vida social. Para interactuar con los demás es muy importante descansar. Y la mayor parte de la gente no descansa bien. Las encuestas indican que casi dos tercios de la población dice haber tenido algún problema de sueño el último año.
Controla el estrés en tu empresa
Puedes controlar el nivel de estrés en tu organización si elevas la satisfacción laboral. ¿Cómo hacerlo? Siete consejos prácticos:
1) Mejora las condiciones de trabajo (sobre todo las físicas).
2) Reconoce los éxitos de las personas y equipos.
3) Mejora las relaciones personales entre los empleados, disuadiendo posibles conflictos.
4) Facilita la participación.
5) Evalúa las competencias y objetivos de cada persona o área en forma profesional.
6) Establece planes de carrera profesional.
7) Eleva la motivación con una buena comunicación interna, además de planes serios de retribución y compensación.
Efectos negativos en la empresa
Aunque el trato directo con los empleados ayuda, en las empresas con estructuras menos profesionalizadas son frecuentes las situaciones de «emergencia» (una máquina clave que falla o un pedido urgente que atender). Si los líderes desconocen técnicas para administrar una situación de crisis o son demasiado autoritarios, la realidad puede llevar a toda la organización al desastre.
Fuente:
Los Tres Primeros Pasos Hacia la Libertad Financiera
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