Todo parece ir de mal en peor para los mercados financieros de todo el mundo, especialmente Wall Street. Agosto está a punto de convertirse en el peor mes para la renta variable de EEUU en más de un año, la India está al borde de una crisis monetaria en toda regla, como el desastre de Asia de la década de 1990, y los precios del petróleo se han disparado.
Desde hace tiempo, no veíamos una conjunción de factores tan evidente que amenazase con desatar la tormenta perfecta sobre los mercados financieros, especialmente en un momento en que la economía de EEUU no termina de recuperar su velocidad de crucero y la eurozona podría borrar su comedido optimismo de un plumazo. A continuación destacamos los cuatro factores que amenazan la confianza de los inversores, según Mark Gongloff en la versión estadounidense del Huffington Post.
La retirada de la Fed
Los mercados se encuentran en alerta desde que el pasado mayo, Ben Bernanke, y otros jefes de la Fed, mostrasen su intención de comenzar a recortar su programa de compra de bonos conocido algo que probablemente debería comenzar a partir de la próxima reunión del banco central de EEUU en septiembre.
Las tasas de interés subieron, mientras los operadores vendieron sus bonos, por temor a una menor demanda de la Reserva Federal (cabe recordar que los precios de los bonos y su rentabilidad se mueven en direcciones opuestas). Las tasas hipotecarias a treinta años han aumentado un punto porcentual desde los mínimos récord en mayo, llegando a máximos de dos años. Eso está empezando a hacer mella en mercado de la vivienda, que había sido uno de los pocos puntos verdaderamente brillantes en la economía.
Masacre en los mercados emergentes
La posible escapada de la Fed ha golpeado duro a las acciones y las divisas de los mercados emergentes como India y Brasil. Los operadores habían tomado el dinero barato de la Fed y lo habían bombeado a las economías en desarrollo, que prometían altos rendimientos. Algunos de estos países, como la India, tenían déficits de cuenta corriente grandes con el resto del mundo y realmente necesitaban ese dinero extranjero. Una vez que la Fed ha comenzado a hablar de aminorar la máquina de los estímulos, el comercio de los mercados emergentes ha sido mucho menos rentable y los inversores han optado por recoger beneficios.
En algunos casos, la venta se ha calmado recientemente. El Bovespa de Brasil se ha recuperado en un 10 por ciento, tras un derrumbe del 20 por ciento entre finales de mayo y principios de julio. Otros países no han tenido tanta suerte – en particular la India, donde la rupia sigue bajo un ataque constante, cayendo a nuevos mínimos frente al dólar de EE.UU. casi a diario.
La situación se ha puesto tan fea que algunos analistas han advertido sobre una posible repetición de la crisis financiera asiática de 1997.
Siria y el ruido de los sables
Las acciones estadounidenses se desplomaron el lunes, después de que los operadores escucharan al Secretario de Estado, John Kerry, anunciar que Siria había usado armas químicas contra su pueblo.
Los precios del crudo de Estados Unidos han aumentado a 110 dólares el barril, cerca de un máximo de dos años, con al menos un analista diciendo que podrían subir hasta los 150 dólares ante los temores del conflicto, que podría afectar el suministro de petróleo en Oriente Medio. La economía global tiene ya suficientes problemas como para tener que preocuparse de un incremento en los precios de la gasolina y un aumento de la inflación.
Otra vez, el techo de la deuda en EE.UU.
Wall Street no ignora lo que podría convertirse en la mayor amenaza para su estabilidad: Otra pelea horrible sobre el presupuesto federal. De hecho, el Congreso debe aprobar una resolución para financiar al gobierno de EE.UU antes de finales de septiembre. Y, por otro lado, el Departamento del Tesoro advirtió esta semana que el techo de la deuda volvería a rebasarse a mediados de octubre, lo que significa que EEUU será incapaz de pagar sus deudas.
El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner no ha ayudado a edulcorar la situación al asegurar que habrá una lucha sin cuartel sobre el techo de la deuda. La primera vez que tuvimos una pelea similar, en agosto de 2011, EE.UU. sufrió una rebaja de calificación.
Fuente:
Las cuatro amenazas que podrían descargar la tormenta perfecta sobre Wall Street