Las grandes emisiones marcan el futuro próximo del mercado local

Con el transcurso de los años y la evolución de la economía, la BVC ha llegado a convertirse en una de las principales formas de financiamiento para las grandes empresas y una de las opciones de inversión más atractiva para las personas del común.

El mercado de capitales era hasta hace poco un mecanismo desconocido para muchos, que incluso las personas naturales consideraban inaccesible, complicado o solo disponible para algunos pocos.

Pero hoy, la situación es distinta, no sólo por las condiciones físicas y tecnológicas que han permitido la evolución de la plaza bursátil colombiana, sino también por las percepciones que se tienen.

Para las empresarios, la BVC se ha convertido en una posibilidad de financiamiento muy apetecida, bien sea por medio de la colocación de acciones o la emisión de bonos; para los inversionistas, la BVC se ha convertido en una alternativa rentable que ofrece toda una gama de activos que van de acuerdo con gustos y nivel de aversión al riesgo.

Actualmente, son muchas las empresas que pueden dar testimonio sobre la experiencia que han tenido. Incluso, uno de los casos más visibles fue el de Alquería, que estuvo en la Ley 550, emitió bonos por $35.200 millones, en 2007, con el fin de optimizar su estructura financiera, llevar a cabo sus proyectos de expansión y crecimiento.

La compañía ingresó a la bolsa por medio del programa «Colombia Capital», en el que conoció en la BVC una forma de poder obtener recursos para no detener sus proyectos y lograr estructurar su deuda de una forma más adecuada. Para el presidente de Alquería, Carlos Enrique Cavelier, la emisión de deuda a largo plazo, como son los bonos, permite que la forma de financiamiento sea mucho más fácil y asequible para poder realizar proyectos.

De la misma manera, la emisión de acciones consiste en una forma que las empresas ven no sólo para obtener recursos económicos sino también para hacer que su empresa se convierta en una marca que las personas puedan sentir como propia.

Este fue el caso de democratización de Ecopetrol que, aunque se llevó a cabo en 2007, continúa trascendiendo en la historia como el ejemplo más visible de cómo una marca puede convertirse en un símbolo de pertenencia y reconocimiento nacional. «Esta capitalización va a demostrar cómo la capitalización privada ayuda a que el patrimonio público tenga mejor manejo», dijo Javier Gutiérrez, presidente de la petrolera, en ese año.

Estos son sólo algunos de los casos más exitosos que se han registrado en la BVC, con emisiones de acciones que han tenido gran acogida entre los grandes inversionistas, como los fondos de pensiones, y las personas naturales, que poco a poco se acercan para conocer más sobre este tipo de mercados.

Incluso, el vicepresidente de asuntos jurídicos y sociales de la Andi, Alberto Echavarría comentó durante el evento del programa `Colombia Capital`, que el ingreso al mercado de valores podía verse como «una experiencia para el desarrollo empresarial, un paso que proyecta las empresas no sólo en el contexto nacional sino también internacional».

Y es que el ingreso de más emisores a la plaza bursátil no sólo representa un beneficio para las mismas compañías, sino que también permite la profundización del mercado de valores.

Esto quiere decir que existe una mayor oferta de títulos en el que más sectores hacen parte del mercado y diversifican las opciones de inversión para los distintos interesados que, por supuesto, aumentan su apetito por los nuevos activos.

Perder el miedo
El interés por pertenecer como emisor a la bolsa se ha ido desarrollando poco a poco tras la divulgación de la actividad bursátil y las actividades pedagógicas que la BVC, e incluso los medios de comunicación, han realizado, pues muchos empresarios consideraban que era un gran riesgo poner parte de su compañía en manos de otros accionistas.

No obstante, este miedo y fuerte aversión al riesgo lo presentaban también las personas naturales quienes, aunque sus abuelos les dejaron como herencia o dieron de regalo un paquete de acciones, no comprendieron las probabilidades de rentabilidad que podía generarles una inversión en el mercado accionario. Pero ante el amplio ascenso y proceso de internacionalización en el que se está desenvolviendo la bolsa de valores nacional, se ha recuperado y aumentado el interés por saber qué se hace en una plaza bursátil, cómo funciona pero, sobretodo, cómo se puede duplicar o triplicar un pequeño capital invirtiendo en un papel.

Tal ha sido el proceso que actualmente existen cerca de 840.000 inversionistas personas naturales, quienes reconocen en la BVC no sólo una buena oportunidad de inversión, sino una de las mejores formas de obtener rentabilidad y mantener en movimiento sus recursos.

Y cabe reconocer que es también gracias a los inversionistas que el progreso y crecimiento de la Bolsa de Valores de Colombia se ha dado de una forma rápida pero adecuada, respondiendo a un público que parece cada vez más interesado en demandar activos riesgosos y diversificar sus inversiones. Prueba de ello han sido las sobredemandas de acciones: la más reciente e histórica, la de Nutresa, con un apetito superado 17 veces o el ejemplo de Davivienda, cuyas acciones fueron sobredemandas 13 veces su monto de colocación.
Incluso, gracias al Mila, el mercado colombiano se ha convertido en una atracción para los extranjeros, con lo que se espera ampliar el espectro de emisores e inversionistas.
Con el panorama anterior, el mercado bursátil colombiano ha vivido durante los últimos cuatro años un `boom` de emisiones, por montos de colocación cercanos a $3,5 billones, situación que se ha generado gracias a la fortaleza que ha mostrado la economía colombiana.

2011, el año `boom` de las emisiones
Gracias a las condiciones económicas y de crecimiento del país, como unas tasas de interés que parecen cada vez aumentar más, las compañías colombianas han considerado realizar emisión de acciones con el fin de adquirir recursos para darle continuidad a sus planes de crecimiento y expansión. Así, AviancaTaca fue el pionero este año, con una emisión de $500.000 millones, equivalentes a acciones. Le siguió la emisión de acciones preferenciales del Grupo Aval por un monto de $2,08 billones que, aunque ya era una empresa que cotizaba en la BVC, generó altas expectativas en el mercado sobre la valorización que podía llegar a tener este título y por los planes de expansión internacional que tiene el conglomerado. Pero éstas no serán las únicas. Según conoció hace algunas semanas, actualmente hay cerca de siete compañías que están esperando la autorización de la institución reguladora para hacer su respectiva emisión de acciones en el mercado local.

Las opiniones
Carlos Enrique Cavelier
Presidente de Alquería

«Convenios como Colombia Capital hacen que empresas como la nuestra se proyecten más en su campo y se preparen para los retos del milenio en el ámbito económico».

David Aldana
Subdirector investigaciones económicas de Ultrabursátiles

«La búsqueda de fuentes de financiación diferentes a las habituales ha llevado a que los procesos de democratización en los últimos años sean considerados como un éxito».

Fuente: