A pesar de la incertidumbre que rodea al próximo año, existe una serie de oportunidades que pueden ser aprovechadas por los inversionistas internacionales, y que pueden dar rendimientos interesantes para los portafolios el próximo año. La más clara, aunque más difícil de implementar, son las acciones. Aunque muchos inversionistas le han huido, y le están huyendo a la renta variable, desde un punto de vista práctico las acciones son un activo atractivo, no sólo por el relativo bajo precio que tienen, sino por algunos factores que son claves para entender su proceso futuro. Obviamente, no todos los sectores ni estilos accionarios tienen el mismo atractivo, pero hay muchas oportunidades interesantes.
El primer tema de evaluación es el del precio de las acciones frente a otras inversiones. Se tome la medición que se tome, se encontrará que es un activo que está barato. Las valoraciones están en mínimos históricos en muchos casos, lo cual es una oportunidad interesante. Adicional a esto, los inversionistas durante 2011 volvieron a disminuir su participación en acciones dentro de los portafolios, por lo cual hoy ese activo ronda el 30% de un portafolio típico, nivel muy inferior al promedio de 50% que ha existido históricamente.
Si a esto le sumamos el hecho de que el mundo sigue lleno de liquidez, así como el sector corporativo, las acciones tienen una perspectiva muy interesante. Ya la evidencia ha demostrado que medidas como el QE1 o el QE2 implantadas por la Reserva Federal tienen un efecto positivo en el precio de la renta variable, pero también es cierto que las corporaciones tienen mucho efectivo guardado, que empieza a ser costoso. En la actualidad, el efectivo representa cerca del 5.7% de los activos totales de las empresas, relación que históricamente se ubica en el 3.7%, y que se constituye en el mayor porcentaje histórico. Los gerentes financieros saben que el efectivo dentro de un balance corporativo es costoso: incrementa la parte del Patrimonio de la empresa y empieza a disminuir relaciones financieras como el ROE (Retorno del Patrimonio) y otras adicionales. Los analistas de las grandes firmas de inversión alrededor del mundo miran estas relaciones para determinar qué acción es atractiva y cual no. Así, el efectivo empieza a ser un problema, pues es por definición un activo de bajo retorno y altamente improductivo.
Así, una empresa debe empezar a pensar qué hacer con el mismo: lo invierte, paga dividendos o recompra acciones, son las alternativas más comunes. Si el panorama no es favorable, la inversión puede no ser la alternativa a seguir, por la cual quedan las otras dos. En China, por ejemplo, las acciones no pagan dividendos, precisamente porque las empresas reinvierten todo el efectivo que les llega para continuar expandiéndose. Si la decisión es pagar dividendos, se benefician los inversionistas que reciben estos pagos (los cuales, al hacer el análisis de retorno de la acción deben sumarse junto a la variación en el precio de la misma); y si la decisión es la recompra de acciones, también se beneficia el inversionista, pues disminuyen los títulos participativos de una compañía que vale lo mismo, lo que en términos prácticos sube el precio de la acción.
Es bien sabido que el efectivo ha estado en los balances desde 2008, cuando las empresas buscaron refugiarse para evitar las turbulencias internacionales. Por qué el 2012 sería diferente a este año? Mi apuesta es que básicamente en 2012 no es tan evidente que los beneficios corporativos vayan a subir, como si lo hicieron en los últimos tres años, por un tema de rebote luego de la crisis. Así, la empresa que quiera mantener el precio de su acción, debe mostrar resultados. Si la economía va a caer, es muy probable que los resultados no vengan por un tema de mayores ventas, sino que vengan por un tema de que las relaciones financieras no se dañen, por lo cual, de una o de otra forma, debemos observar a lo largo del año cómo las empresas reducen sus niveles de efectivo.
Por último, a pesar de la desaceleración global, algunas actividades seguirán siendo altamente demandantes de materias primas o del propio consumo. Que China crezca al 8.5% significa que en promedio la población, que crece por debajo del 1%, gane cerca del 5% en términos reales durante 2012, lo cual se debe ir hacia consumo, impulsando los sectores de consumo el próximo año. Temas menos evidentes, pero igualmente impactantes, es que China tiene una alta demanda de baterías, para teléfono móviles, para automóviles y para bicicletas eléctricas, que son uno de los medios de transporte más popular del país. Así, una población más rica, comprará más teléfonos móviles, más automóviles y más bicicletas eléctricas, lo cual incrementa la demanda de plomo. De hecho, los reportes de bienes básicos muestran que se está presentando un cuello de botella en el mercado de plomo a nivel global, pues la producción no da abasto a la demanda proveniente de China.
El inversionista que entienda este proceso podrá buscar provecho de estas realidades, para enfrentar un 2012, altamente turbulento pero también con muchas oportunidades. Así, más que nuca es necesario mirar los árboles, y tratar de evitar el bosque.
Fuente: