La decisión de la jueza del distrito de Manhattan asegurando que Apple ha violado las leyes antimonopolio del país sobre los precios de los eBooks no ha podido sorprender mucho en el seno de la compañía de Cupertino. La magistrada había advertido el pasado mes de mayo que ella creía que el gobierno podía demostrar su caso.
Acusada de jugar un papel central en una conspiración junto a las editoriales para eliminar la competencia de los minoristas y subir el precio de los eBooks, Apple ha dicho que no ha hecho nada malo. Pero además de defender su honor, el gigante tecnológico de EEUU tiene razones estratégicas para no llegar a un acuerdo y seguir luchando la decisión como ha dicho que lo hará.
Entre sus principales motivos está preservar su poder de negociación en los futuros acuerdos de contenidos y su capacidad para controlar cada aspecto de sus tiendas en Internet, incluido el precio.
Respondiendo a agresivas incursiones de Google y Amazon.com en los servicios de vídeo y música online, Apple está en conversaciones con estudios de Hollywood y compañías discográficas. Por ello, desde la compañía temen que si ceden ante el Departamento de Justicia sobre loseBooks pueda animar a sus rivales, han asegurado expertos legales y de negocios.
Un tema clave es el uso del llamado «estatus del favorito del país», parte de su acuerdo con las editoriales, que da a Apple el derecho de igualar los precios bajos ofrecidos por un competidor que opere bajo el modelo mayorista como Amazon.
El llegar a un acuerdo con el Gobierno posiblemente ataría a Apple a aumentar la supervisión, junto con restricciones legales a las cláusulas del favorito del país en el mercado de libros electrónicos, ha dicho Chris Compton, un abogado especialista en legislación antimonopolio que representa a firmas tecnológicas.
«Apple podría haber sentido la necesidad de proteger su capacidad para continuar usando ese tipo de cláusula en otras líneas de productos», ha dicho Compton.
Apple incluso ha logrado algunos términos favorables en el fallo de la jueza estadounidense Denise Cote en Nueva York, quien hizo hincapié en que no pretende emitir una prohibición general sobre herramientas específicas que Apple emplea.
Ella también limitó su opinión a eventos específicos en el mercado de los libros electrónicos en el 2010. No está claro si Apple habría obtenido una aclaración similar si hubiese alcanzado un acuerdo con el Departamento de Justicia. La compñaía de Tim Cook utilizó la cláusula del favorito del país en uno de sus acuerdos musicales, aunque la música ha sido comprada bajo el modelo mayorista, ha asegurado Cote.