Las Tres Verdades de los Líderes

Cuando eres un líder, extrañamente todo mundo espera que tú seas “Todopoderoso” y mágicamente tengas la respuesta correcta a todas las preguntas. que seas capaz de lo imposible, que metas un gol en el último minuto, en definitiva, que te las sepas todas,  de lo contrario, ya no eres líder.  Te juzgan como si fueras un superhéroe en acción, como Superman salvando al mundo o algo por el estilo.

Hace poco vi este video de Roberto Gómez Bolaños donde afirma “Superman no es un héroe, el Chapulín es un héroe”.

Precisamente lo que le sucede al Chapulín es lo que les ocurre a los líderes, son seres humanos de carne y hueso y  no siempre tienen la respuesta a todo, los líderes:

  1. Se equivocan:

Nadie pensaría que Leonel Messi, el mejor jugador de fútbol en la actualidad, podría fallar en el cobro de un penalti, que prácticamente le costó a Argentina la Copa América Centenario . Tampoco que Steve Jobs, fundador de Apple, llegaría a ser despedido de su propia Compañía. Pensar que ellos nunca cometerían errores es algo alejado de la realidad. Estos hombres se equivocan, pero lo que los lleva al siguiente nivel es su capacidad de resiliencia, es su tenacidad para no permitir que nada ni nadie los saque de su rumbo. Es poder identificar en qué fallaron y hacer todo lo humanamente posible para superarlo. Es poder seguir en la lucha a pesar de las adversidades; ésta es la gran diferencia entre un líder y un jefe.

  1. Tienen miedo:

Tener miedo es normal, ¿Quién no se ha subido en una montaña rusa o caminando en un callejón oscuro sin sentir algo de miedo? Si acciones tan sencillas como éstas nos dan miedo, imagínense ahora trabajar en una gran compañía con el  ideal de alcanzar el millón de dólares y, sabiendo que deben dejar atrás la forma tradicional de hacer las cosas porque “siempre se han hecho así”. Alejarse de la zona de confort para sacar a una compañía adelante da un poco de miedo, ¿verdad?

Igual ocurre cuando una compañía de software tiene un flujo de caja ajustado, pero sabe que necesita contratar al mejor programador para que le desarrolle un gran proyecto sacrificando  su comodidad financiera. Da pavor, ¿cierto? Sin embargo, a grandes riesgos, grandes recompensas, lograr desarrollar ese proyecto puede representar a la empresa alcanzar la meta de ese millón de dólares tan perseguida.

  1. No son buenos para todo:

La diferencia entre los grandes proyectos y las simples ideas es el equipo de trabajo. Steve Jobs tuvo grandes ideas, nadie lo pone en duda, pero ¿Qué habría sido de él si no hubiera contado con el equipo tan calificado que lo rodeó? Un líder solo tiene una visión y no siempre es bueno para todo. El mayor salto de calidad que puede dar un líder es aquel de aceptar que en ocasiones es un ignorante, que solo debe dejar que su equipo de trabajo tome el timón y apoyar aquellas decisiones que ofrecen valor al sueño.

Los líderes de ahora deben esforzarse por no perder su visión de negocio y por no convertirse en un analfabeta más del siglo XXI. Esto solamente se logra aprendiendo y desaprendiendo, adaptándose a las nuevas tendencias y siendo flexibles al cambio. Como bien lo advierte  Alvin Toffler: “Los analfabetas del siglo XXI so serán aquellos que no sepan leer y escribir, sino aquellos que no sepan aprender, desaprender y reaprender.”

Juan-Gabriel-Garcia-Bilbao Nombre
Profesion
Resumen
Más-articulos Especializacion logo-twitter logo-linkedin logo_facebook