Al inicio, Mark Zuckerberg era un líder terrible. Con el tiempo, el creador de la popular red social asumió su papel.
En los primeros días de Facebook, Mark Zuckerberg era un terrible CEO. No sabía comunicarse bien con sus empleados, se guardaba todo para sí mismo y continuamente sacaba de quicio a su personal. Además, tenía una actitud arrogante. Un ejemplo famoso es el hecho de que su tarjeta de presentación en la parte superior decía: “I’m the CEO, Bitch”.
A finales de 2005, las cosas estaban empeorando. Zuckerberg pasaba buena parte de su tiempo de fiesta con magnates de redes sociales, volando en aviones privados y cenando en los mejores restaurantes. Estos pasatiempos pudieran ser sólo una muestra de su elevado ego, pero los empleados de Facebook se estaban desmoralizando cada vez más lo cual empezaba a afectar a la compañía.
Robin Reed, la reclutadora interna de la empresa, un día confrontó a Zuckerberg diciéndole: “Más te vale que tomes clases de cómo ser un CEO, o no vas a lograr tener éxito”. Este momento fue clave. Zuckerberg fue lo suficientemente maduro para evaluar la crítica y actuar en consecuencia. Era necesario para el crecimiento de la empresa. A partir de ese entonces, Zuckerberg se decidió a tomar clases para aprender a ser un director impartidas por un grupo de personas que incluían a algunos de los grandes líderes mundiales.
Ser el CEO puede ser una tarea solitaria. No puedes decir cosas como, “No tengo idea de qué hacer. ¿Alguna sugerencia?” Por eso es importante buscar mentores, especialmente aquellos que tienen más experiencia que tú.
Pero un CEO también necesita motivar un ambiente abierto donde los empleados se sientan libres de decir las cosas negativas. Esto ayudará al dirigente a entender cuáles son los problemas que tiene la empresa. El hecho de que Reed pudiera criticar a Zuckerberg es una muestra de que Facebook tenía una cultura de apertura.
Los errores de Zuckerberg también le entregaron otra valiosa lección: los peligros de la huella corporativa. Esto se traduce en el comportamiento humano natural de que los empleados imitan a su líder. Un CEO necesita estar siempre consciente de sus acciones. ¿Cómo serán interpretadas? ¿Es el ejemplo correcto que se quiere dar?
Divertirse es algo bueno, pero tiene sus límites. Cuando las cosas van demasiado lejos, una compañía puede alienar a sus empleados o incluso dar pie a demandas. También puede resultar en caos.
Por eso te presentamos los factores clave de la travesía de Zuckerberg para convertirse en un gran CEO:
Di que no. Mientras que tu negocio va adquiriendo tracción, inevitablemente atraerás el interés de cientos de personas. Incluso tendrás peticiones de asociaciones o de propuestas de compra, pero si confías en tu proyecto te conviene mantenerte como el líder. En el futuro recibirás los frutos de quedarte al mando del timón.
No te sumerjas demasiado. Probablemente una de las características más valiosas de los CEOs exitosos es la habilidad de decir “no”. De otra forma, te meterás en demasiadas actividades triviales que te quitan tiempo para hacer las cosas importantes.
Zuckerberg ha rechazado numerosos proyectos, a pesar de que había invertido cuantiosas cantidades de dinero en ellos. Pero esto no importó, porque los esfuerzos no estaban logrando buenos resultados. Como dice el dicho, “Si vas a fracasar, hazlo rápido”.
Rapidez. Hay algo que una empresa pequeña puede hacer y que un gran corporativo no: moverse rápidamente. Es una ventaja fundamental.
Mientras tu compañía crece, el CEO puede empezar a convertirse en alguien demasiado cuidadoso y a dejar de asumir riesgos. Pero de acuerdo a Zuckerberg, una compañía necesita “moverse rápido y romper algunas cosas”. Si no estás cometiendo errores, entonces así es como sabes que no estás trabajando lo suficientemente rápido.
Zuckerberg ha tomado una postura de rapidez para tomar decisiones. Esto significa establecer claramente su posición, escuchar a los demás y tomar acción.
Las reglas son enemigas de la innovación. Si los empleados están más preocupados por cumplir sus agendas que por el negocio en sí mismo, será más difícil para lo compañía crecer. Las políticas pueden manejarse; Zuckerberg ha hecho esta idea el foco de su famoso Hacker Way, que declara: “Los hackers creen que la mejor idea y su implementación siempre deben ganar, no la persona que es mejor para llevar a cabo la idea o la persona que maneja a más personas… El código vence a los argumentos”.
Dirígete por los datos. Muchos CEOs ignoran el análisis de la información y piensan que sus negocios están bien. Esto es posible en los tiempos de booms; sólo hace falta ver la época de la burbuja punto com. Mostrar métricas como aumento de nuevos usuarios era suficiente para conseguir capital. Pero cuando el mercado del capital de riesgo colapsó, muchas empresas cayeron en bancarrota. Sólo aquellos que se enfocaron en modelos de negocios confiables, como eBay y Google, fueron capaces de sobrevivir.
Necesitas monitorear la información constantemente y entender las tendencias. Aunque las implicaciones no siempre sean del todo claras, estarás al tanto de la realidad de tu compañía.
No aceptes la sabiduría convencional. Casi siempre es incorrecta. Zuckerberg siempre ha sido certero en preguntarle a su equipo “¿Por qué?” especialmente a aquellos que dicen que algo no se puede hacer. Ha sido también efectivo en buscar verdades profundas, que han dado lugar a grandes ideas de productos o a modelos de negocios innovadores.
Por ejemplo, cuando pensó en tener el concepto de compartir fotografías, en un inicio parecía una mala idea, ¿El mundo necesitaba otra forma de compartir imágenes? Pero Zuckerberg encontró una manera de usar la gráfica de Facebook para que su versión cambiara el estatus quo.
Él también se enfocó en llegar a la esencia de las cosas y en buscar la simplicidad. Considera que algunas de las mejores herramientas de Facebook incluyen conceptos básicos como Amigos, Me gusta y Eventos.
Fuente:
Lecciones de Facebook para crear un buen CEO
http://www.soyentrepreneur.com/