LEGO y sus cinco lecciones de liderazgo: un juego de niños

Las ideas que se aplican a la hora de construir con LEGO se pueden trasladar al liderazgo.

¿Alguna vez se ha imaginado que un juego de bloques de plástico interconectables más propio de niños podría serle de gran utilidad en el mundo de los negocios? Piénselo bien, ¿qué tienen en común LEGO y el éxito? Exacto, diversión y gratificación. ¿Por qué el mundo de los negocios no puede ser igual? Solo siga su lema en danés, «leg godt», y «juegue bien» sus piezas, apunta Forbes 

1. Comience con lo que parece el éxito

¿Quién no se ha dejado seducir por la imagen que toda caja de LEGO proyecta de lo que se podrá construir? Lo mismo ocurre con los ejecutivos que empiezan a diseñar sus ambiciosas estrategias, las cuales requieren mucho tiempo para lograr los resultados previstos. La imagen final es la que hace que las personas se enamoren de la idea y eso es lo que les motiva para gastar su tiempo en lograr que encajen todas las piezas, para que sea una realidad.

2. Hay piezas intercambiables

La rigidez y la falta de flexibilidad en LEGO y en la vida real no son buenas opciones. No siempre encajan todas las piezas y ahí es cuando hay que recurrir a nuestro amigo el ingenio. ¿Cuántas veces ha escuchado «Eso no va a funcionar…» o «Ya hemos probado con todo»? Debes aprovecharte de tu experiencia e ingenio para esquivar los obstáculos y asegurarte de que la estrategia sigue el camino del objetivo marcado.

3. Las instrucciones están para ayudarnos

Un manual de instrucciones siempre es de gran ayuda, pero hay casos en los que no se puede echar mano de ellos porque no están hechos para adaptarse a cada caso particular. Con LEGO las consecuencias de que salga algo mal son nulas, mientras que en las empresas si que se corren verdaderos riesgos, pero el verdadero peligro es el de no innovar y seguir las reglas como todos los demás. Es clave para liderar premiar y estimular a los que experimentan, aprenden y construyen.

4. Es más divertido trabajar en equipo

Trabajar sólo es genial pero compartir la experiencia es más divertido. Es más fácil repartir 100 horas de trabajo que acumular tu solo las 100 horas, se cruzan diferentes perspectivas y experiencias que hacen el trabajo más dinámico. Se juntan diferentes puntos fuertes y cualidades que permiten ir más lejos más rápido.

5. El producto final depende de la imaginación

Antes habían pocas piezas de LEGO personalizadas, podías encontrar una rueda o un parabrisas. Hoy en día hay un sinfín de piezas para montajes específicos. Muchas veces terminas tu construcción y al ponerla a funcionar se derrumba, no hay que desanimarse, es la motivación perfecta para mejorar, crecer y hacerlo a tu manera. Al final todo se reduce a la imaginación del constructor.

Fuente:

LEGO y sus cinco lecciones de liderazgo: un juego de niños

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