Los Gobiernos le apuestan a frenar la revaluación

La intervención del Gobierno para detener la revaluación de la moneda local no ha sido exclusivo de Colombia.

La recesión económica, que hasta ahora parece disiparse, tuvo una afectación directa en el dólar e impulsó a que la economía monetaria de los países emergentes también se viera impactada, especialmente, en el tema de las exportaciones.

Ante la confianza renovada por la recuperación económica, después de eliminar la posibilidad de una segunda recesión, el flujo de inversiones extranjeras en activos riesgosos aumentó en los países latinoamericanos.
En el continente asiático, Japón es uno de los casos más relevantes en este tema. Su moneda, el yen, ha alcanzado niveles récord en 15 años, que tocó un mínimo de 83,09 yenes. «La amenaza de intervención rondará el mercado, pero ¿habrá cooperación internacional? Probablemente no. Entonces el mercado continuará poniendo a prueba la determinación de Kan (reelegido primer ministro del país asiático)», dijo Simon Derrick, encargado de investigación cambiaria de Bank of New York Mellon.

La angustia de los exportadores

Bajo este panorama, quienes más resultan afectados son los exportadores, puesto que sus ingresos, en precio local, disminuyen. «Estados Unidos y Europa están también tratando de escapar de la crisis económica vendiendo exportaciones. Hacen que su política monetaria sea débil para devaluar sus monedas y así exportar más (…). «Estamos conscientes de eso y no vamos a dejar que suceda», aseguró Guido Mantega, ministro de Hacienda de Brasil.

Caso contrario ha pasado en Estados Unidos. Sus exportaciones han sido beneficiadas por de la devaluación del dólar, cuyo valor ha bajado 4 por ciento, respecto a sus principales socios comerciales, desde el mes de mayo.

En el caso de Colombia, la revaluación del peso hace que las exportaciones se frenen y sean menospreciadas. Directamente proporcional, la producción y el empleo se comportan de la misma forma.
Al otro extremo se encuentran las importaciones. Se favorecen en tanto que los pagos que hacen implican menos dólares y tienen mayores ganancias por tener una moneda local alta en su cotización.

Intervención de Emisores

En América Latina, el caso más importante es Brasil. El real se ha apreciado durante ocho sesiones consecutivas pese a que el Banco Central ha realizado varias compras de dólares. El viernes, el Banco de Brasil ofreció comprar dólares en el mercado de cambios, como un esfuerzos para acumular reservas internacionales y absorber el fuerte flujo de divisas estadounidenses en la plaza local.

En el caso de Perú, «el sol debería seguir su tendencia fundamental a apreciarse, a un ritmo similar al que registró la semana que terminó, con un Banco Central interviniendo para amortiguar la caída», dijo el gerente de cambios del Banco Santander, Gonzalo Navarro. En el último mes, el dólar ha tenido un precio promedio de 2.795 soles por dólar, según datos de la Superintendencia de Banca del Perú.

Los días festivos en México, país que ha salido gradualmente de la recesión gracias a la demanda estadounidense por sus exportaciones, favorecieron a reducir los volúmenes negociados.

En Chile, en lo corrido del año, el peso acumula un avance de 2,1 por ciento ante la divisa estadounidense.
«El tipo de cambio debería mantenerse en el rango de 490-500 (…) Una intervención es muy difícil antes de 475 pesos (por dólar), por lo que eso muestra preocupación pero tampoco mayor ruido» dijo Matías Madrid, economista jefe del Banco Penta.

Respecto a Argentina, gracias a las compras o ventas de dólares por parte del Banco Central, el peso se mantiene regulado, sin mayores volatilidades.

El yen: la moneda más revaluada

El Gobierno de Japón tratará de disipar las críticas internacionales que se han hecho respecto su intervención cambiaria sobre el yen, al destacar el impacto negativo del avance de su moneda en una economía atascada en la deflación, dijo el ministro de Finanzas nipón, Yoshihiko Noda. El funcionario, que permaneció en su puesto tras un cambio de gabinete, aseguró que aunque estaba consciente de estas preocupaciones, Tokio estaba dispuesto a actuar nuevamente si enfrentaba acelerados movimientos cambiarios. Afirmó que la acelerada alza del yen que, según explicó se estaba desviando de sus fundamentos económicos, era la razón por la cual Tokio ha intervenido en el mercado, y que él no tenía niveles de tipo de cambio específicos al decidir cuándo actuará el Gobierno.

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