Nokia presentó hoy en Nueva York el Lumia 1020; con Windows Phone 8, es el segundo teléfono de la compañía en usar una cámara que cuenta con un sensor de 41 megapixeles.
La idea detrás de una cámara semejante corre por dos carriles: por un lado, permitir el recorte en el detalle de una imagen sin pérdida de calidad (como si tuviera un zoom óptico). Por otro, tomar fotos convencionales de 5 u 8 megapixeles, pero usando la mayor cantidad de pixeles para multiplicar el muestro de luz registrado, combinarlo y tener así una mayor fidelidad de imagen.
Esto también le permite tener una muy alta sensibilidad en lugares oscuros. El equipo también permite tomar imágenes con 4 segundos de exposición, cambiar la apertura del diafragma, el foco para modificar la profundidad de campo, panorámicas y cuestiones que normalmente están disponibles en una cámara de bolsillo.
Cuando el equipo toma una fotografía guarda dos versiones; la original y la procesada. El equipo tiene también un flash Xenon (como tiene el Nokia N8 y la mayoría de las cámaras de bolsillo), estabilización óptica de imagen, y es capaz de grabar video en Full HD, haciendo zoom mientras se graba.
El equipo también cuenta con una cámara secundaria al frente de 1,2 megapixeles. El equipo saldrá primero en Estados Unidos con AT&T en las próximas semanas, y luego al resto del mundo.
Es más cámara que teléfono
El Lumia 1020 se inscribe, así, en la misma línea del Samsung Galaxy S4 zoom y otros equipos que buscan ofrecer una fotografía que esté más allá de la que se puede encontrar en un smartphone convencional, incluso uno de alta gama.
La mejor demostración de esto es que la compañía creó también un accesorio que le agrega una segunda batería y un sistema para poder agarrarlo mejor y tener más opciones para fotografiar. Si esto alcanza o no, quedará en cada uno; lo cierto es que Nokia (como Samsung) no plantea con esto un smartphone bandera, sino una alternativa más a su oferta de dispositivos.
