¿Qué será lo que tiene el negro?

Por primera vez en más de veinte años, el dólar callejero está más caro que el dólar oficial. Qué hay detrás.

Durante las últimas semanas ha venido ocurriendo un fenómeno «atípico» en el mercado del dólar, que ha pasado relativamente inadvertido para la mayoría de analistas económicos: el precio de la divisa estadounidense en las calles se ha vuelto más costoso que el del mercado oficial.

Por ejemplo, mientras en la última semana de enero la tasa de cambio representativa del mercado (TRM) -que se calcula con base en las grandes operaciones que realizan los intermediarios financieros en forma electrónica- terminó en $1.858 por dólar, la tasa a la que vendían las casas de cambio estaba entre $1.895 y $1.930 por dólar. La escasez de dólares en efectivo es tal que, incluso, las casas de cambio estaban comprando por encima de la TRM.

Esta es una situación que contrasta con lo que ha ocurrido «tradicionalmente» en un mercado como el colombiano, marcado por el narcotráfico, lo que impulsa un mercado negro muy activo y líquido. De hecho, los únicos momentos en que el dólar libre se ponía más costoso que el oficial era durante las temporadas de vacaciones, cuando la gente demandaba más dólares para sus viajes al exterior. Sin embargo, como están las cosas, es más barato pagar en el exterior con tarjeta de crédito -que se liquida a la TRM-, que comprar dólares en una casa de cambio.

Las explicaciones

Ante la falta de cifras y lo misterioso de este mercado, las explicaciones sobre este fenómeno son variadas y hasta contradictorias. Para unos podría ser producto de la disminución del narcotráfico y el lavado de dinero, mientras para otros estas actividades simplemente ya no se reflejan en el dólar callejero.

Según Daniel Niño, director de investigaciones económicas y estrategias del Grupo Bancolombia, la escasez de dólares en efectivo se debe a una caída sostenida de la oferta y a un crecimiento de la demanda. «Desde septiembre notamos que algo está ocurriendo con la cantidad de dólares disponibles en el mercado libre», afirma.

Por el lado de la oferta, Niño considera que el control al lavado de activos en el país se ha vuelto cada vez más eficaz, cerrando el camino a los dineros ilícitos. Esto es, una legalización y mayor formalización de esta actividad «Hoy hay mayor regulación de la Dian, unidades contra el lavado de activos, mayor control en los aeropuertos, mejores sistemas contra el lavado de activos en los bancos y grandes incautaciones que hacen que haya una menor oferta de dólares en el mercado libre», dice el analista.

Por el lado de la demanda, la fuerte revaluación del mercado oficial podría estar incentivando la tenencia de efectivo, pues viajar hoy al exterior resulta mucho más barato. De hecho, durante los últimos dos años, el peso colombiano se ha revaluado contra casi todas las monedas del mundo.

Sin embargo, Alfonso Garzón, experto en operaciones cambiarias, no está de acuerdo con estas explicaciones pues parten del supuesto de que se está lavando menos dinero en el país y que esta actividad se hacía o se hace mayoritariamente en efectivo. «Se han encontrado otros canales de negociación para los dólares en efectivo, como sacarlos a través de las fronteras a otros países o introducirlos mediante contrabando, operaciones mineras, joyería, construcción, aparente inversión extranjera, colaterales de crédito externo, entre otros», afirma con gran convencimiento. De hecho, esto podría explicar el boom de muchos sectores y la gran demanda por bienes de lujo.

«En realidad, el Gobierno no tiene hoy ningún reporte de los dólares en efectivo que realmente se mueven. Nadie tiene control ni le hace verdadero seguimiento a este mercado ya que los canales antes formales que podían expresar en cifras el mayor o menor circulante, como las casas de cambio, desaparecieron cuando comenzó a restringirse el mercado libre», afirma Garzón. Esto significaría, no solo que el dólar callejero dejó de reflejar la mayor o menor actividad del narcotráfico sino que los controles se volvieron tan excesivos que hizo que muchos operadores se marginarán y salieran del negocio legal pues no es rentable.

De hecho, ante la escasez de verdes, algunos bancos se han planteado incluso la posibilidad de volver la venta de dólares una línea de negocio. Comprarlos en Estados Unidos al Banco de la Reserva Federal FED para venderlos a sus clientes. No obstante, no resultaría rentable por los altísimos costos de transporte y seguridad.

Sin embargo, no todas las explicaciones son por temas ilegales. Muchos profesionales del cambio de divisas consideran que la gente que ahorra en dólares y compró cuando el dólar estaba costoso estaría esperando a que mejore su precio restringiendo el circulante. Esto significa que habría muchos dólares debajo de los colchones.

En lo que sí coinciden los diferentes analistas es que el fenómeno de un dólar callejero costoso podría ser un fenómeno más estructural y más permanente en el tiempo, como ocurre en la mayoría de países.

Esto podría tener un efecto positivo al inducir una mayor formalización y bancarización. Por ejemplo, la gente al salir de viaje al exterior preferirá hacer sus compras con tarjetas de crédito y no llevar efectivo.

Sin embargo, lo fundamental sería saber, dentro de lo misterioso que es este mercado, si la menor oferta de dólares en efectivo es producto de una disminución del lavado de activos y del éxito de la lucha contra el narcotráfico, o si simplemente estas actividades ya no se reflejan en este mercado y se mimetizan en otras formas en la economía.

Fuente:

¿Qué será lo que tiene el negro?

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