El mercado financiero ofrece diferentes herramientas para guardar el dinero, las cuales varían de acuerdo a la necesidad de cada persona.
Bien se ha dicho que tener una cultura de ahorro en la vida es fundamental para cumplir las metas a corto, mediano y largo plazo. Sin embargo, cuando ésta se va a poner en práctica suelen surgir varias dudas… ¿cómo hacerlo?, ¿mejor guardar el dinero en la casa o mejor en el banco?, ¿qué producto financiero le conviene para este fin?, ¿qué seguridad tendrán estos recursos?, o ¿qué modalidades existen?
Hay dos maneras de ahorrar: por el sistema informal y el sistema formal. Aunque los dos ofrecen facilidades a los clientes, existen riesgos que se corren con uno de éstos y que es necesario entrar a evaluarlos según su conveniencia.
El sistema informal (guardar el dinero en la casa, debajo del colchón, o dándoselo a un amigo) tiene varias desventajas, entre ellas: no genera rendimientos; los recursos no están seguros; e implica una gran responsabilidad, ya que tener dinero a la mano requiere de mucha disciplina para que no se convierta en “plata de bolsillo”.
Por el contrario, los mecanismos de ahorro formal suplen la necesidad de cada una de las personas que quieren guardar su dinero para un fin específico y cubre la seguridad que el otro sistema no tiene.
Además, abre la posibilidad de acceder a otros productos financieros que pueden dar acceso a recursos en caso de tener que enfrentar alguna necesidad o querer cumplir un objetivo pendiente.
Como toda decisión requiere de una previa investigación, tómese el tiempo de conocer los productos de ahorro que existen en el mercado y escoja el que se ajuste a lo que busca.
Actualmente existen diferentes posibilidades para llevar a cabo su plan:
1. Cuenta de ahorro: es un producto donde usted recibe un porcentaje (tasa de interés) por guardar su dinero. En algunos casos, estas cuentas funcionan con un monto mínimo y por lo general, realizan cobros por cuota de manejo por la tarjeta débito o la expedición de cheques de gerencia.
En el caso de la cuenta de ahorro básica, se pueden realizar retiros por medio de su tarjeta y consignar dinero en las oficinas de la entidad bancaria.
Según la entidad financiera, existen varios tipos de cuentas de ahorro dirigidas a un público en específico (niños, jóvenes y adultos) las cuales tienen beneficios particulares dependiendo del cliente.
2. Cuenta de ahorro programado: es una modalidad en la que, de acuerdo con su objetivo (educación, vivienda, vehículo, vacaciones) puede autorizar para que le sea descontado de su cuenta de ahorros un valor mensual, por el cual recibirá una tasa de interés especial. Este producto exige dejar el dinero en la cuenta por un mínimo plazo.
3. Cuenta de ahorro con Trámite de Apertura Simplificado: si usted no tiene ingresos suficientes para cubrir con el pago de una cuota de manejo y los costos de transacción de una cuenta de ahorros normal, este producto se ajusta a sus necesidades.
Tiene un límite de operaciones de débito que no deben sobrepasar los 2 smmlv ($1.179.000 actualmente) acumulados en el mes; y su saldo no puede superar un máximo de 8 smmlv ($4.716.000).
4. Cuenta de Ahorro y Fomento a la Construcción (AFC): este tipo de cuentas buscan darle beneficios tributarios sobre sus ingresos, siempre y cuando el dinero que está ahorrando esté destinado para comprar o pagar las cuotas de la vivienda.
Según la reforma tributaria, a partir del 01 de enero de 2013, las sumas que usted como persona natural deposite en este tipo de cuentas, no formarán parte de la base de retención en la fuente y tendrán el carácter de rentas exentas del impuesto sobre la renta y complementarios, hasta un valor que, adicionado al valor de sus aportes obligatorios y voluntarios, no exceda 30% de su ingreso laboral o tributario del año, según corresponda, y hasta un monto máximo de 3.800 UVT por año.
Tenga en cuenta que sólo podrá hacer el retiro de sus recursos para adquirir vivienda, sea o no financiada por entidades sujetas a la vigilancia de la Superintendencia Financiera de Colombia, a través de créditos hipotecarios o leasing habitacional.
En el caso de que sus recursos hayan sido depositados antes del hasta el 31 de Diciembre de 2012, éstos no harán parte de la base para aplicar la retención en la fuente y serán considerados como un ingreso no constitutivo de renta ni ganancia ocasional hasta un valor que, adicionado al valor de los aportes obligatorios y voluntarios del trabajador, no exceda 30% de su ingreso laboral o tributario del año.
5. CDT (Certificado de Depósito a Término): es un producto en el que usted deposita su dinero en una entidad financiera a un tiempo determinado. Su principal ventaja es que al usar este producto como su método de ahorro, su dinero generará rendimientos.
La tasa que le pagarán por guardar su dinero, dependerá de su entidad y del tiempo de permanencia de sus recursos.
Los plazos están determinados, mínimo por 30 días, y antes del tiempo acordado, no puede retirar el dinero.
Conociendo los productos que tiene a disposición y las modalidades de ahorro, usted puede escoger dependiendo de su meta y situación particular.
Recuerde que este tipo de productos, están amparados por Fogafín, en el caso de que su entidad financiera entre en liquidación.
La cobertura máxima del Seguro de Depósitos es de $20 millones por depositante (monto que en la actualidad cubre los saldos del 98% de las cuentas amparadas por el seguro), y aplica de forma independiente para cada institución financiera inscrita en Fogafín.
Fuente:
¿Quiere ahorrar y no sabe cómo?