¿Se acerca el fin del reinado de Microsoft?

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Microsoft ha quedado retrasado en las principales tendencias de la última década, como el boom de los dispositivos móviles, la publicidad online y las redes sociales.

Las acciones de Microsoft (MSFT) se desplomaron más de 10% el viernes 19 de julio cuando reportó resultados por debajo de los estimados. Más allá de los datos puntuales sobre su perfomance, la empresa enfrenta serias dificultades estratégicas de largo plazo que podrían condicionar los movimientos de sus papeles en el futuro.

Según la consultora Gartner, las ventas de PCs cayeron un 10,90% en el segundo trimestre de 2013 (el quinto consecutivo) el mayor período de contracción del que se tenga registro para la industria. Esto se debe al boom de los dispositivos móviles y representa un desafío al que la compañía no ha logrado adaptarse.

Microsoft reportó costos por US$900 millones en el último trimestre debido a la reducción de inventarios de su dispositivo Surface. A su vez, redujo en más del 20% los precios de este producto la semana pasada, lo que demuestra que no ha estado a la altura de las expectativas.

El mercado de tabletas está tomando una configuración similar a la de los teléfonos inteligentes: mientras Apple (AAPL) lidera el segmento de alta gama, otros fabricantes como Samsung están ganando terreno con equipos de bajo costo gracias a la popularidad del sistema operativo Android, de Google (GOOG).

Dado que Microsoft no ha logrado integrarse con efectividad en este negocio, se encuentra en una situación de vulnerabilidad en la medida en que estos productos están reemplazando a las PCs y afectando las ventas del Windows.

La compañía introdujo recientemente una nueva versión de su sistema operativo para tratar de revitalizar sus ventas, pero ha tenido una fría recepción por parte de los consumidores, lo que puede resultar preocupante de cara a los próximos trimestres.

La facturación del Windows se incrementó 7% en el último trimestre, pero cuando se consideran los ajustes por ventas diferidas el segmento mostró una caída del 6%. El sector de negocios mostró una mejor performance con un aumento del 15% en la facturación, aunque todavía por debajo del estimado de los analistas en la zona de 18%.

Si la nueva versión de su sistema operativo fracasara, la compañía podría sufrir un doble golpe: por un lado la declinación en las ventas de PCs y al mismo tiempo la pérdida de participación de mercado frente a otras alternativas.

De hecho, Apple ha estado ganando terreno frente a Microsoft dentro de las computadoras personales y las Chromebooks que funcionan con el sistema operativo Google Chrome se posicionan como alternativas de bajo costo frente a los modelos que utilizan Windows.

En definitiva, Microsoft ha quedado retrasado respeto a muchas de las principales tendencias tecnológicas de la última década como el boom de los dispositivos móviles, la publicidad online o las redes sociales, entre otros.

La compañía necesita una fuerte transformación en su cultura de innovación y desarrollo de productos para lograr recuperar parte del terreno perdido. En caso contrario, podría continuar perdiendo relevancia dentro de la industria tecnológica y esto tendría consecuencia negativas sobre la performance financiera de su negocio.

Técnicamente, la zona actual de US$31,50 puede resultar muy importante, no solo para evaluar si existe demanda tras la caída post resultados, sino también porque funcionó como resistencia en septiembre de 2012 y podría actuar ahora como soporte.

Si rompe a la baja estos niveles, un primer objetivo descendente estaría en el área del gap de abril, entre los US$29 y los US$29,60. El soporte más claro de largo plazo, se encuentra en los US$26,30 que ya cumplió con ese rol entre noviembre y enero.

Hacia el alza, en cambio, los US$32,50, que fueron soporte a partir de mayo, podrían comenzar a actuar como resistencia, mientras que por encima de allí se plantea un segundo objetivo ascendente en el soporte de julio, cerca de los US$33,6.

En tanto, sus acciones cotizan a un ratio precio/ganancias (P/E) de 9,50 veces los resultados esperados para el próximo año. Una valuación moderada, pero que no ofrece garantías en caso de que los fundamentals de su negocio continúen deteriorándose.

Por eso, el valor objetivo para sus papeles se ubica en los US$27 frente a los US$31,66 actuales, lo que implica un potencial de revalorización del 17,26%. En cambio, para quienes apuesten a su caída se recomienda colocar un stop loss por encima de los US$33,60.