Uno de los principales obstáculos que pueden aparecer cuando se piensa en emprender es tener que renunciar al trabajo perdiendo las comodidades y beneficios que éste ofrece.
Desde la posibilidad de ser su propio jefe hasta contar con opciones de crecimiento profesional que usted mismo pueda manejar, tener un negocio propio puede ser uno de los sueños que tengan muchas personas. Pero siempre hay pasos previos para llegar a ello, que pueden involucrar el tener que renunciar al trabajo lo que, a su vez, implica perder una estabilidad: un sueldo seguro, unas prestaciones pagas y unos beneficios laborales.
Por eso y por temas de dinero, es que muchas personas desisten de su interés de crear su propia empresa y empezar a construir un camino propio en el que puedan tener esa independencia. No obstante, estas pueden resultar excusas que se pueden debatir y eliminar fácilmente, dependiendo de su verdadero interés en emprender.
Incluso, hay historias en las que los emprendedores mantienen esas dos vidas: las de un negocio propio mientras disfrutan de las ventajas que les ofrece tener un contrato de trabajo con una empresa. De acuerdo con una encuesta de Gallup que se realizó en 2014, sólo el 38% de los negocios que tenían menos de un año, sus fundadores vivían únicamente de esa empresa creada. Una cifra que cambiaba dependiendo del tiempo de evolución y crecimiento del negocio.
Entonces, como puede ver, no es necesario que tenga que renunciar a su actual trabajo si su sueño de toda la vida ha sido emprender. Eso sí, tiene que tener presentes algunas claves básicas para organizar su tiempo y dinero pero, de ser posible, es posible.
Recuerde que una vez usted trabaja como independiente, puede llegar a requerir ganar casi el 60% más de su salario actual, con el fin de seguir llevando el mismo nivel de vida que hoy tiene.
¿Qué considerar antes?
Usted no va a tener una ‘bola de cristal’ con el fin de saber si su negocio va a ser todo un éxito o si tiene alto riesgo de fracaso. Y claro, un nuevo negocio requiere de preparación, de tiempo, de paciencia y planificación, pero eso dependerá de usted. Según Standard Bank, lo mejor es que tenga en cuenta que, para poder hacer realidad la posibilidad de ser emprendedor y empleado al mismo tiempo, debe tener claro:
- Saber lo que quiere: Esto implica tener una idea clara de su objetivo en el negocio lo que le ayudará a decidir cómo planear para empezar y cómo desarrollarlo a lo largo del tiempo.
- Escoger algo que le guste: la pasión y la motivación es una de las claves de éxito de muchos emprendedores para hacer que su negocio crezca, por lo que no tiene que concentrarse tanto en las ganancias como en la posibilidad desentirse realizado que le generará emprender.
- Tener un plan de negocios: aunque suene técnico y un poco complicado, así sea un pequeño negocio necesitará de una hoja de ruta para determinar cómo, cuándo y dónde hacer las cosas.
- Tener paciencia: si usted es de esas personas que quieren ver todo hecho y funcionando al momento de haber empezado, puede que el emprendimiento no sea lo suyo. Además, porque trabajar y tener una empresa propia implica también un manejo del tiempo adecuado que, en la mayoría de ocasiones, podrá implicarle usar sus fines de semana y momentos de descanso.
- Tener un plan de salida: establezca cuáles son las metas y propósitos de lo que está haciendo: si definitivamente quiere mantenerse el resto de su vida con un negocio pequeño y trabajando para una empresa o si considera que habrá un momento en el que su emprendimiento le dé lo suficiente como para renunciar (establezca el cómo, el cuándo y el qué).
¿Cómo hacerlo?
Si definitivamente siente que ese es su camino y que puede tener las cualidades para llevar casi que una ‘doble vida’ al mismo tiempo, con lo que eso puede implicar, Time ofrece algunos consejos que puede poner en práctica en su vida para lograrlo con éxito:
- Por última vez, ¿enserio tiene tiempo, pasión y disposición para hacerlo? Se trata de un camino que será sacrificante y no será fácil, que probablemente elimine o reduzca un poco su vida social y la posibilidad de hacer esas cosas que tanto le gustan como viajar.
- Las condiciones: a la vez, verifique en su contrato de trabajo que no hayan restricciones ni límites para que usted pueda hacerlo sin inconvenientes, especialmente, si se trata de entrar a la misma industria para la que su empleador actual trabaja. Quizá por eso puede considerar también un cambio distinto con el fin de eliminar esos riesgos que pueden tener también un componente legal (competencia directa).
- Aproveche al máximo los viajes de negocios: así como los encuentros con clientes, seminarios a los que asista o capacitaciones. Esto le permitirá desarrollar un pensamiento de perspectiva distinto con el fin de que empiece a pensar no sólo en el beneficio de la empresa para la que trabaja sino también cómo puede llegar a aplicar ciertas cosas en su propio negocio.
- Búsqueda previa de clientes: quizá en el campo en el que usted está puede lograr hacer contactos o conexiones con personas y empresas que pueden llegar a convertirse en potenciales clientes, así que sería bueno que escuche, entienda y establezca una especie de ‘radar’ para capturarlos.
- Fondo de ahorros: con el tiempo puede que empiece a tener un dinero extra que lo tiente para gastarlo en algunas cosas, pero lo más aconsejable es que deje todo en una cuenta de ahorros en la que pueda reinvertir ese dinero a futuro, siempre pensando en el crecimiento de su negocio.
Fuente:
http://www.finanzaspersonales.com.co