El hombre más rico del mundo se dejó picar por la fiebre del fútbol y con sus millones se sumó a la salvación de un club que se convirtió en la «la envidia del fútbol español».
El presidente del Real Oviedo, Sabino López, ha dicho que el aporte de dos millones de euros con la que el hombre más rico del mundo, el mexicano Carlos Slim, se ha sumado a la salvación de la entidad convierte al club en «la envidia del fútbol español» y que «ahora toca corresponder con el ascenso».
López (Vegadeo, 1948), que accedió este mes a la presidencia del conjunto asturiano tras la dimisión de su antecesor, Toni Fidalgo, afronta en su acreditado bagaje como dirigente deportivo un nuevo reto en el Oviedo, un histórico de Primera que abandonó la elite hace más de una década.
«El oviedismo sabrá aprovechar esta oportunidad, que es única», ha afirmado el que fuera coordinador del proceso de transformación de los clubes españoles de fútbol y baloncesto en sociedades anónimas deportivas, además de director general de Las Palmas y Celta, en la etapa en la que ambos militaban en Primera y los gallegos disputaban la Liga de Campeones y la UEFA.
Para el nuevo máximo responsable del club, la contribución de dos millones de euros con la que Carlos Slim, a través del Grupo Carso, se ha convertido en el accionista de referencia al alcanzar el 34,28% de participación de la entidad, constituye un «hito».
«La magnitud de la aportación es evidente por la cuantía económica», ha subrayado López, que también ha enfatizado «los valores en forma de compromiso social» que representa quien se ha convertido en máximo accionista del Oviedo.
Así, ha valorado la apuesta que el grupo mexicano, mediante la Fundación Telmex, lidera en apoyo a la educación, la salud, la justicia social, y en especial, el deporte, en la que ha enmarcado la Copa Telmex, que en el año 2011 reunió a más de 300.000 jóvenes, muchos de ellos al límite de la exclusión social, convirtiéndose en el torneo aficionado del mundo con mayor participación.
Esa «sensibilidad», ha asegurado López, ha resultado «determinante» para que «prendiera la llama» que generaba el entusiasmo oviedista, del que se contagió Arturo Elías, yerno de Slim, que se desplazó hasta Asturias junto a José Aboumrad, representante del grupo Carso y encargado del contacto diario con la entidad.
«Fue la guinda para el pastel», ha asegurado el dirigente al rememorar el balance de la ampliación de capital del Oviedo, que en noviembre del pasado año a los dos millones de euros aportados por Slim sumó otros tantos reunidos en una colecta de aficionados residentes en 86 países, algunos de ellos con pequeñas aportaciones.
«Ahora toca acreditar una gestión rigurosa al frente del club, acorde a lo que merece el Grupo Carso y también las instituciones, empresas y cada una de los seguidores que contribuyeron a la viabilidad», ha revelado López, sabedor de que la inyección económica ha sido «salvadora» y el respaldo social «único».
A juicio del presidente, que ha declinado opinar sobre la transición que le ha llevado a la dirección desde la vicepresidencia tras la dimisión de su antecesor, en la posible formación de un futuro «consejo de consenso» será determinante el criterio de Carso.
Con el ascenso a Segunda A como «objetivo», el futuro del Real Oviedo «pasa, y es bueno que sea así, por los tiempos que marca» su máximo accionista, con quien mantiene una relación «fluida» sobre la actividad diaria y con el que intenta «reconducir» las relaciones.
Sabino López valora la «contribución» del alcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo, en la tarea de reconducir el camino de un histórico del fútbol español que refuerza sus lazos con México, cuya selección nacional dirige un exoviedista, Chepo de la Torre.