¿Tienes historial crediticio?

“Las personas prefieren que las entretengan a que les informen”. Robert Greene – Las 33 Estrategias de la Guerra.

¿Eres de las personas que pagas todo lo que compras en efectivo o con tarjeta débito? ¿Le tienes aversión a las deudas? ¿Crees que te estresan y te mantienen ansioso? ¿Le huyes al uso de las tarjetas crédito? ¿Nunca te has entrenado para administrar tus deudas? A menos que tengas la solvencia y experiencia en el manejo del dinero de una persona como Arturo Calle (empresario reconocido en Colombia quien ha manifestado muchas veces que en su empresa no hay deudas, ya que solo se financia a través del flujo de caja de la empresa y sus utilidades), es necesario que aprendas a construir un historial crediticio, el cual será de gran utilidad para tu futuro financiero.

Construir un buen historial se hace a través de un plan organizado. Se puede iniciar con el uso de una tarjeta de crédito. Hacer compras poco a poco y pagarlas a una sola cuota, de forma puntual. Esto evitará el cobro de intereses corrientes o de mora, al igual que reportes negativos a centrales de riesgo, tales como Datacrédito o CIFIN. Se trata de crear un hábito sano, una prueba de resistencia, no de velocidad. Aprender de la tortuga y no de la liebre. Con el tiempo se verán resultados muy positivos, sin lugar a dudas.

El buen uso del crédito y de nuestros estados financieros personales, flujo de ingresos y gastos, y balance (activos, pasivos y patrimonio) se constituyen en nuestra boleta de calificaciones en el mundo financiero. El sistema financiero, cuando solicitamos un servicio o aplicamos a un crédito nos mide a través de indicadores denominados scoring y rating. El primero dirigido a personas naturales y el segundo a empresas.

El sistema automatizado nos califica o nos da un puntaje para ser sujetos de crédito. El puntaje del sistema, como ejemplo puede ser de 4.6, si la persona tiene un scoring de 4.5, simplemente no pasa, no aplica, le niegan el crédito. Por eso, muchas personas cuando van al banco a solicitar un crédito para compra de vivienda, un auto, o consumo, les es negado. A veces se enojan. Sin importar sus buenos ingresos, o su solvencia. Es simple, no tienen el recorrido, la experiencia, “las millas crediticias” requeridas.

No tener deudas es grandioso, da tranquilidad, paz y comodidad. ¿Pero estamos aprendiendo algo? Usar la deuda es una herramienta necesaria en el mundo de las finanzas, es apalancamiento, el uso del dinero de otras personas. Lo hacen las grandes y pequeñas empresas, las personas, de forma consciente e inteligente, sin desbordarse. Un manejo desordenado las puede quebrar. Al comienzo se debe aprender como lo hacen los niños al caminar, despacio, paso a paso, sin prisa.

Un buen historial crediticio nos permitirá negociar mejores tasas, descuentos, ofertas, poder de negociación, beneficios, dejar de ser anónimos. Como en la vida, reza un dicho muy interesante: “No importa cuánto sabes, ni cuanto tienes, sino quienes te conocen”.

La próxima vez que vayas  comprar algo pregúntate: ¿Y si lo pago con mi tarjeta a una sola cuota? ¿Qué estoy aprendiendo? No solamente: ¿Qué estoy ganando?.

Fuente imagen: Freedigital by nongpimmy

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