Trucos para ahorrar sin esfuerzo

La fórmula del éxito financiero es muy sencilla: gastar menos de lo que ganas. Así de simple. Luego podrás estudiar mil y una formas de invertir ese dinero extra para hacer crecer tu patrimonio. Pero si no cumples esta primera regla básica, estás perdido.

«La economía consiste en saber gastar y el ahorro en saber guardar.» Orison Swett Marden(1850-1924).

El alquiler o hipoteca de la casa, el préstamo del coche, el colegio de los niños, el supermercado… todo compite por sacarnos hasta el último céntimo de nuestro bolsillo. Tan es así que llegamos a pensar que vivimos al límite de nuestras posibilidades. Pero adivina qué: no es cierto. Todos, y digo todos, podemos hacer muchas cosas para gastar menos. Sólo tenemos que planteárnoslo en serio.

A continuación te presento formas sencillas para hacer rendir más el dinero que tanto trabajo te cuesta ganar. No todas son aplicables a todos los países y circunstancias, pero estoy seguro de que podrás poner en práctica la gran mayoría de ellas.

1. Conduce un coche más viejo. Cambiar el coche cada 4 años es un desperdicio de recursos. Procura mantenerlo en perfectas condiciones realizando un mantenimiento adecuado, y podrás disfrutarlo muchos años sin necesidad de cambiarlo. Y cuando llegue el momento de sustituirlo, considera comprar un coche seminuevo. En cuanto un coche pone una rueda en la calle se devalúa un 30%. Así que comprar un coche nuevo es un capricho muy caro.

2. No vayas al gimnasio. No es necesario complejos aparatos de musculación y caminadoras ultramodernas para estar en forma. Busca un parque cercano a tu casa donde puedas correr incluso caminar a buen paso durante 40 minutos es más que suficiente, o compra un equipo básico de mancuernas. Te sorprenderás de la cantidad de dinero que te puedes ahorrar.

3. Haz la compra con una lista. Dejarte llevar por los impulsos del momento puede ser muy peligroso. Escribe en una lista las cosas que vas a necesitar sobre la marcha y, llegado el momento, llévala contigo de compras. Cíñete a la lista y no compres nada que esté fuera de ella, salvo que te acuerdes en el último momento de algo que necesitas realmente.

4. Come menos fuera de casa. En lugar de salir a comer todos los días, llévate comida de casa y come en la oficina. No sólo lo agradecerá tu bolsillo, también tu salud.

5. Compra marcas blancas. La mayoría de los productos que puedes encontrar en el supermercado tienen su equivalente de marca blanca. Y muchos son producidos por los mismos fabricantes, pero con diferente etiqueta. Prueba a comprar marcas blancas de todos los productos que puedas, y quédate con aquellas que te funcionen bien -te va a sorprender la cantidad de productos de alta calidad que vas a encontrar.

6. Aprovecha las membresías. Muchos establecimientos y cadenas ofrecen membresías para asegurarse ventas. Los ahorros pueden ser muy importantes. Por poner un ejemplo, en México el cine cuesta $58 pesos; la cadena Cinépolis tiene una membresías que cuesta $125 pesos mensuales, con la que puedes ver todo el cine que quieras, sin restricciones. Es decir, ¡la amortizas con sólo dos películas al mes!.

7. Sácale partido a los programas de fidelización. En la misma línea que las membresías, muchas entidades ofrecen tarjetas de fidelización. El caso más típico son las tarjetas de crédito. Yo tengo una tarjeta que me acumula el 1.5% de las compras en puntos, que puedo emplear en muchas tiendas, incluida mi librería favorita 🙂

8. No veas la televisión. Ver la televisión puede ser un gasto innecesario. Muchas veces contratamos televisión por cable por inercia, con todos los paquetes extras imaginables, sin tener siquiera tiempo para sentarnos delante de ella. Pero incluso si tienes tiempo, es mejor que lo emplees en algo más provechoso, como jugar con tus hijos, leer, hablar con tu pareja, escuchar música, hacer ejercicio, escribir, aprender a tocar un instrumento, cocinar saludablemente, estudiar… ¿es necesario que siga enumerando? 😉

9. Planifica tus gastos y pagos. Crea un calendario de los gastos que tendrás que afrontar a lo largo del año. Calcula cuánto dinero necesitarás, y planifica tus pagos. No hacerlo puede suponer que te compres una televisión de plasma innecesaria justo antes de tener que hacer frente al pago de impuestos, o de pagar el seguro anual del carro. Resultado: estrés, estrechez económica o, quizá, tener que pedir dinero prestado, con sus correspondientes intereses. Por no hablar de problemas más serios por impago, como dañar tu historial crediticio, recargos y multas.

10. Cambia de proveedor de servicios. Tenemos la suerte de que muchos servicios domésticos ya se han liberalizado en la actualidad, lo que ha originado una competencia feroz entre los diferentes proveedores, como la telefonía, la televisión, la energía, etc. Revisa las condiciones de los distintos proveedores que haya en el mercado, y no dudes en cambiar de proveedor si es necesario. El ahorro puede ser significativo.

11. Aprende a conducir bien. Con la cantidad de kilómetros al año que hacemos muchos de nosotros, un pequeño ahorro en este sentido puede llegar a ser más que notable a medio y largo plazo. No aceleres brúscamente, utiliza el aire acondicionado sólo cuando sea necesario, sáltate marchas al acelerar o frenar, y aplica otras técnicas que te ayuden a reducir el consumo de gasolina. No sólo ahorrarás dinero, también ayudarás al medio ambiente.

12. Elimina el teléfono fijo. Con el auge de la telefonía celular, y con el tiempo que pasamos fuera de casa, cada vez es más común que no usemos el teléfono fijo. Piensa si puedes prescindir de él y, si no lo usas, cancélalo.

13. Deja de comprar ropa de marca. ¿Estás seguro de que necesitas ese pantalón de marca? Reconozcámoslo: comprar ropa de marca es un lujo, no una necesidad. Se puede vestir bien gastando mucho menos. Antes de decir que no te alcanza el dinero, revisa tus gastos en ropa lo que también incluye el calzado y los accesorios.

14. No compres ropa sin necesidad. Y ya que estamos, ¿realmente necesitas comprar más ropa, aunque no sea de marca? Echa un vistazo a tu guardarropa antes de contestar 😉

Fuente:

28 trucos para ahorrar sin esfuerzo

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