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Los 10 motivos por los que odia su trabajo

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Un estudio realizado por Dale Carnegie Training reveló que tres cuartos de los empleados no están totalmente comprometidos con su trabajo. Descubra por qué su empleado o usted puede estar odiando su puesto.

La desmotivación viene desde cualquier punto de la dinámica laboral. Asegúrese que estas razones no estén afectado a sus empleados, porque puede ser que prontamente se retiren de su cargo:

1. Desprecio al jefe:

Una mala gerencia puede aniquilar el amor de cualquier empleado apasionado y bien pago. No deje que su liderazgo y gestión alejen a sus trabajadores. Si sus empleados están insatisfechos asegúrese de analizar sus habilidades como jefe.

2. La pasión ha desaparecido: Hay una gran diferencia entre vivir para trabajar y trabajar para vivir. La crisis ha llevado a muchos a optar por empleos que no disfrutan. Asegúrese de emplear individuos apasionados y permítales desarrollar esa pasión en la empresa. 

3. No se sienten estimulados: Sus empleados estarán siempre intentando mejorar sus habilidades y desarrollarse a través de la empresa. Si no les presenta proyectos desafiantes esto generará rencor. Descubra si se sienten lo suficientemente motivados.  

4. Hay demasiadas normas: Las reglas pueden arrasar con su equipo. No ser capaz de tomar sus propias decisiones es muy frustrante. Potencia su autonomía permitiéndoles alcanzar objetivos por sí mismos. Esto genera confianza y productividad.

5. No están satisfechos con la paga: Nada destruye tanto el entusiasmo como el descontento con el salario. Revise los salarios de sus trabajadores y consúlteles sobre ello, puede que lo sorprendan. 

6. No hay posibilidades de crecimiento: Muchos trabajadores se sienten atascados en la misma posición cuando no existen posibilidades de ser promovidos o desarrollar proyectos diferentes. Intente crear planes de crecimiento, aun cuando su empresa sea pequeña. De este modo ellos crecerán con usted.

7. Inseguridad laboral: Es fácil despreciar su trabajo cuando no sabe por cuánto tiempo lo tendrá. Si su compañía está atravesando momentos difíciles, la inestabilidad puede causar estragos entre los empleados. Mantén la transparencia y anima al equipo, de lo contrario muchos podrán comenzar a buscar empleo por miedo.

8. No se sienten valorados: Si no se toma el tiempo de reconocer la labor de sus empleados, esto influenciará el empeño que ponen en su trabajo. El reconocimiento genera valor, lealtad y sentido de pertenencia. Esto no significa que debes brindar incentivos monetarios, sino simplemente hacer hincapié en el buen trabajo y entregar ocasionalmente algún presente para recompensar su esfuerzo.

9. No están de acuerdo con las políticas de la empresa: La insatisfacción suele generarse cuando los trabajadores no tienen los mismos valores o comparten la ética que usted postula. Si la compañía valora la creatividad y la colaboración, debs intentar incorporarlo a los procesos de selección para asegurarse que quién vaya a ingresar esté de acuerdo con ello. Los comentarios y las críticas de parte de los trabajadores puede ser una buena manera de conocer su opinión y sus valores.

10. Creen que hay mejores oportunidades fuera de la empresa: Los planes de beneficios y gratificaciones para empleados ofrecidos por otras compañías pueden llevar a sus empleados a considerar las demás opciones. Preste atención a los programas que implementan otras empresas e intente igualarlos. De este modo, los trabajadores estarán más motivados.

Fuente:

Los 10 motivos por los que odia su trabajo

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¿Cómo prevenir el acoso laboral?

En Colombia es poco visible la realidad que se vive en torno al acoso laboral dado que los afectados guardan silencio por miedo a perder su único ingreso económico. ¿Qué debe hacer la empresa para evitar que estas situaciones se den?

Pese a que el informe de la Dirección de Inspección, Vigilancia y Control del Ministerio del Trabajo, reveló que en el año 2013, las denuncias de acoso laboral disminuyeron en un 70%, con relación al 2012, las situaciones de acoso laboral son más frecuentes día tras día. Sólo que se viven en silencio.

Existen otros que nunca se dan cuenta de que están siendo víctimas porque la concepción y el tabú que tienen de esta palabra solo les permiten relacionarlo con el acoso sexual.

Según la ley, se entiende como acoso laboral toda conducta persistente y demostrable encaminada a infundir miedo, intimidación, terror, angustia, a causar perjuicio laboral, generar desmotivación en el trabajo o inducir la renuncia del mismo, ejercida sobre un empleado por parte del empleador, jefe, un subalterno o compañero de trabajo.

Entre las conductas más típicas que constituyen acoso laboral están los actos de agresión verbal o física, expresiones injuriosas, humillaciones descalificantes, injustificadas amenazas de despido, cambios caprichosos de turnos, sobrecarga de trabajo o la negativa injustificada a otorgar permisos al trabajador.

Estas conductas ocasionan vergüenza, incomodidad y problemas de salud en las víctimas, que pueden desencadenar enfermedades mentales, además, afecta de manera significativa la productividad de la compañía. Chistes, comentarios, burlas directas, señalamientos o saboteos son comportamientos que a menudo pasan por inofensivos, pero que pueden ser los síntomas iniciales.

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La Ley 1010 de 2006 sobre acoso laboral busca prevenir, corregir y sancionar diversas formas de agresión, maltrato, trato desconsiderado y ofensivo, así como todo ultraje a la dignidad del trabajador o los jefes, explica Natalia Zambrano, Gerente de Nixus Capital Humano, firma del Grupo Colpatria, dedicada a la consultoría especializada en recursos humanos.

Según Natalia Zambrano, este comportamiento debe ser persistente y demostrable cuyo objetivo primario es causar miedo, intimidación y sensación de angustia en el trabajador, y este a su vez reproducirlo en desmotivación frente a sus actividades diarias hasta llegar a la renuncia.

La ley establece que de probarse el acoso, las sanciones pueden ser multas entre dos y diez salarios mínimos para la persona que lo ejerza y el empleador que lo tolere; indemnizaciones de ley correspondientes si la víctima renuncia, puesto que se puede tomar como renuncia motivada; pago del 50% de los costos de tratamiento de las enfermedades que puedan llegar a presentar los trabajadores víctimas de acoso laboral, a cargo del sujeto activo del acoso, y por supuesto de la empresa que no tomó las medidas necesarias.

Como medidas preventivas, el Ministerio de Protección Social, a través de la Resolución 2646 del 2008, establece que las entidades públicas y privadas deben conformar un Comité de Convivencia laboral cuyas funciones estarán relacionadas con el acoso laboral en los reglamentos de trabajo.

Natalia Zambrano asegura además, que es necesario que las empresas desarrollen estrategias para erradicar el acoso laboral; estas deben ser adaptadas a la propia realidad de la compañía y sus trabajadores.

Nixus Capital Humano en su Seminario Comité de Convivencia y Resolución de Conflictos, donde se analizaron estrategias para contribuir al desarrollo de las habilidades de negociación, a través de casos que evidencian este tipo de conductas, dio a conocer varias recomendaciones de prevención del acoso laboral, además de brindar herramientas para la resolución de los casos:

• Divulgar el significado de acoso laboral en la oficina.

• Asegurar vías para resolver los conflictos de manera objetiva y democrática.

• Establecer contactos independientes con los trabajadores.

• Investigar el alcance y naturaleza del problema.

• Implicar a los trabajadores y representantes en la prevención del acoso laboral.

• Divulgar continuamente los valores, normas de la organización, consecuencias y sanciones del incumplimiento de las normas.

• Indicar dónde y cómo pueden obtener ayuda las víctimas.

• Garantizar el derecho a quejarse sin represalias.

• Mantener la confidencialidad.

• Escuchar a ambas partes de forma objetiva.

• Incluir en la cultura organizacional la planificación y el diseño de las relaciones sociales.

Fuente:

¿Cómo prevenir el acoso laboral?

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8 errores al obtener un crédito

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Conoce las equivocaciones más comunes que se cometen al conseguir este tipo de financiamiento y toma nota de cómo evitarlas.

Para un gran número de emprendedores, obtener financiamiento puede significar la diferencia entre tener un negocio próspero o formar parte de las estadísticas que indican que sólo de 100 empresas creadas sólo 25 sobreviven al tercer año.

Por eso, si ya conseguiste los recursos que necesitas para llevar a tu empresa al siguiente nivel, es clave que aprendas a manejarlos. Aquí te presentamos los ocho errores que se suelen cometer una vez que se obtiene un crédito, para que tomes nota de cómo evitarlos.

1. Mezclar el crédito personal con el empresarial
Los préstamos personales pueden ayudarte sólo hasta cierto punto y tarde o temprano tu negocio sobrepasará los recursos financieros asociados con tus activos, lo que disminuirá su estabilidad financiera.

Solución: opta por los créditos empresariales. Recuerda que tu empresa necesita desarrollar un historial financiero fuerte para asegurar préstamos más grandes y complejos en el futuro. Además, como afirma Pedro Piza, profesor en Contabilidad y Finanzas del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), estos créditos tienen mejores condiciones con tasas que pueden ir del 8 al 12%, contra las de uno personal que manejan porcentajes del 45 al 50% anuales.

2. Tener el crédito incorrecto
Las empresas suelen tomar las líneas de los bancos para hacer remodelaciones, comprar equipo, etc. Pero, como explica Víctor Calderón, socio director de ArCcanto –consultora especializada en créditos para Pymes–, éstas se deben usar exclusivamente para necesidades de corto plazo como inventarios, cuentas por cobrar, nómina, etc. porque si no, podrían convertirse en una deuda impagable.

Solución: la clave para saber qué crédito utilizar dependerá de qué vas a financiar. La regla de oro es que el plazo del financiamiento siempre debe ser mayor al periodo de recuperación de la inversión del proyecto. Así, si vas a comprar una máquina, debes considerar que recuperará su costo de tres a cinco años (dependiendo el giro). Es decir, que necesitas un crédito mínimo a tres años, explica Calderón.

También es bueno acercarse a un especialista o asesor financiero externo para determinar qué tipo de crédito te conviene.

3. Usar el crédito para un destino diferente al que lo habías solicitado
Ya sea por una emergencia, imprevistos o necesidades más inmediatas, en ocasiones los emprendedores utilizan el dinero prestado para cubrir otros aspectos del negocio o su vida personal.

Solución: utiliza los recursos para generar utilidades, crear valor y sentar las bases para un negocio exitoso en el largo plazo. Por eso, siempre debes mantener el control y previsión sobre lo que tu empresa necesitará en seis meses o un año. De lo contrario, la deuda crecerá y podrías pasar años pagando sólo intereses y sin cubrir el capital.

4. No pagar a tiempo
Olvidos, bajas ventas, crisis, eventos desafortunados u otras deudas. Sea cual sea la razón, la realidad es que cada vez que dejas de pagar a tiempo aumenta tu deuda, lo que podría traer registros negativos en tu historial crediticio.

Solución: adopta prácticas de administración responsable, que incluyen desde conocer cuál es el ciclo operativo de la empresa (para saber cuánto tiempo necesitas financiar) hasta cumplir con tus obligaciones fiscales. Así sabrás hasta cuánto te puedes endeudar y cuál es tu capacidad de pago.

Y por supuesto, también paga incluso antes de la fecha límite a proveedores, Seguro Social, Hacienda, etc. para mantener una buena reputación como empresa.

5. No saber lo que realmente te están cobrando
No se trata sólo de conocer el monto que te prestan y la tasa de interés, sino cuál es la comisión por apertura, si se cobran intereses sobre saldos insolutos, si debes cubrir seguros y notarios (en caso de que pidan garantías sobre bienes), entre otros, para hacer el cálculo efectivo de cuánto tendrás que pagar en total.

Solución: pregunta al ejecutivo de cuenta o gerente de la institución cuál es el monto mensual que debes pagar de manera desglosada, así como la tasa equivalente, la tasa moratoria y demás pagos que corren por tu cuenta como cliente.

Si descubres que los pagos te sobrepasan, intenta reestructurar la deuda antes de que te cause problemas con el Buró de Crédito.

6. Ignorar la moneda
“Tener un crédito en una moneda diferente a la que tú facturas puede ser desastroso”, sentencia Calderón. El riesgo está en que ante cualquier variación en el tipo de cambio (en pesos, dólares o euros), la deuda podría aumentar y llevar a la empresa al cierre de operaciones.

Solución: si tu crédito es de corto plazo o por un monto menor a $20 millones, unifica el crédito en la moneda en la que facturas para protegerte. Si es de largo plazo o supera ese monto, contrata una cobertura con la misma institución. Aunque resulta más cara, congelará las tasas para mitigar el riesgo cambiario, asegura Piza.

7. No usar el crédito
Tus recursos están detenidos porque no sabes cómo usarlos (pero los sigues pagando).

Solución: Calderón sugiere averiguar qué descuento ofrecen tus proveedores por pronto pago y saldar tu cuenta de contado utilizando tu préstamo. También puedes invertirlos en alguna innovación o en hacer más productiva la empresa, por ejemplo, con publicidad o una nueva línea de producto; siempre y cuando el costo-beneficio resulte en flujos positivos.

8. Seguir pagando sin que lo necesites
Ya cumpliste con tus objetivos e incluso estás viendo utilidades, pero te sobró algo de dinero y continúas haciendo los pagos correspondientes.

Solución: no alargues más la deuda y liquida el crédito cuanto antes. Ojo: siempre pide un préstamo que no tenga penalización por prepago.

Fuente:

8 errores al obtener un crédito

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No Ahorro Porque No Me Alcanza

Cuando se le pregunta a las personas sobre el ahorro, los resultados son curiosos. Hay un millón de respuestas interesantes y se podría ahondar en cada una de ellas pero sin duda la más frecuente ha sido la misma: “no ahorro porque no me alcanza”.

La razón por la cual es curioso, es porque  de hecho no se requiere tener mucho dinero para poder ahorrar. Más allá de cantidades, lo que es clave, es entender su importancia, visualizar aquello que se quiere lograr y darse la oportunidad de conseguirlo con juicio y perseverancia.  Normalmente queremos  conseguir y disfrutar los beneficios más rápido de lo que la capacidad de ahorro lo permite, razón por la cual pueden haber decepciones a lo largo del camino. ¡Pero no importa! Si en realidad quieres cumplir tus sueños, debes trabajar por ellos.

¿Por qué  es importante ahorrar?

La respuesta no es obvia para todo el mundo, pero tal vez la primera razón es por  prevención y seguridad. No estamos exentos de que algo llegue a suceder y en determinado momento se necesiten recursos extras; tener un capital ahorrado nos da algo de tranquilidad. Es importante que nos hagamos preguntas a nosotros mismos, ¿qué quiero? ¿Qué me gustaría tener? ¿Cuáles son mis objetivos? ¿Cómo estoy trabajando por lo que quiero?, finalmente de allí parte todo, mis necesidades y deseos no necesariamente son los mismos que los de los demás.

Por otro lado se trata de lo que queremos, ahorrar nos permite desde ya trabajar por nuestros objetivos y materializar en un futuro nuestros sueños. Podemos querer viajar por vacaciones  cada año, comprar carro, cambiar de carro, independizarnos y tener un apartamento, pagar deudas, remodelar la casa etc., buscamos tener muchas cosas pero no hemos empezado a trabajar por lo que queremos, de a poco también se construye.

A veces pareciera que de niños se nos facilitaba adoptar el hábito del  ahorro, era más fácil poner en alcancía una moneda de $500 cada  vez que se tenía una, no requería de mayor esfuerzo, lo cierto es que al final del año solo con algunas monedas a la semana ya teníamos la cuota inicial de un juguete; la situación para un adulto no debería ser tan distinta, la gran diferencia es que tenemos la oportunidad de hacer más con menos porque existen instrumentos que lo permiten.

La teoría nos dice que deberíamos ahorrar mínimo el 10% del ingreso, bueno esa es la teoría y tiene su lógica pero, propongo más bien que si nunca ha ahorrado lo intente con un mínimo, el que usted decida,  el ejercicio de la moneda de $500 es un buen ejemplo, no  va a significar mayor esfuerzo, de pronto sea una moneda diaria o varias y al final del año el monto sea más significativo de lo cree.

Para los que ya tienen el hábito de ahorrar les propongo mirar los distintos instrumentos que existen para poner a producir ese ahorro. En general funcionan con montos desde $200.000, que sin siquiera hablar de rentabilidades, significaría un ahorro anual de $ 2.400.000. Poco o mucho, eso es relativo y en este momento no tan importante, siempre vale la pena mirar lo que trabajamos y ahorramos en términos anuales, permite tener mayor perspectiva del resultado.

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Finalmente el gran secreto detrás de todo es la planeación, es allí en donde dejamos de asumir que no nos alcanza para ahorrar y empezamos a entender realmente para donde se está yendo el dinero. También así podemos entender en donde estamos gastando demasiado, es más fácil tener claras las obligaciones y deudas; lo que no es tan claro es cuánto dinero se va por ejemplo en comidas en restaurante, transporte, salidas de fin de semana, cafés etc., las mayores sorpresas están allí, sin darnos cuenta gastamos mucho más cuando se trata de las pequeñas cosas del día que no organizamos. Para solucionar esto, existen hoy múltiples aplicaciones para su teléfono celular que le permite hacer seguimiento a sus movimientos, o si lo prefiere cree un archivo (puede ser en Excel, a mano, en un cuaderno, donde quiera) y durante al menos dos meses lleve el registro de sus gastos. Así, al cabo de un tiempo podrá tener una idea de cuáles son los más representativos, cuales son más o menos importantes y cuales podría evitar para convertirlos en ahorro.

Siempre alcanza para ahorrar cuando el nivel de ingresos deja de ser una excusa y el determinante principal para la toma de decisión, importante también recordar que no necesariamente implica un gran sacrificio, y que definitivamente ahorrar es construir.

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¿Cómo mejorar sus ingresos?

En la vida financiera es necesario implementar estrategias para asegurar rentabilidad a su dinero y para mantener deudas sanas y controladas.

Para llevar una buena planeación financiera y tener todo bajo control, es necesario que se capacite cada día y sea mejor en lo que sabe hacer. Piense en su futuro, planee organizadamente y aterrice la realidad de su hogar con los ingresos que se reciben mensualmente.

Conocer las entradas y salidas, le permitirá identificar que campos se pueden explotar más para obtener ingresos adicionales, y cuales sólo deben ser manejados como se ha venido haciendo.

Siga uno a uno los consejos y mejore las finanzas de su hogar:

1. Implemente hábitos financieros sanos: si en su hogar no conocen aun qué es una planeación, un presupuesto, y ahorro, es hora de que se instruyan e implementen hábitos al respecto.

Piensen en las metas individuales y colectivas que están pendientes por cumplir y tracen objetivos y tareas para llevarlas a cabo en el corto plazo.

2. Inversión con rentabilidad: analice en donde son más productivos sus ahorros, lleve su dinero a los bancos, a los fondos de empleados, a los fondos privados de pensiones, o a cooperativas legalmente constituidas.

No entregue sus recursos a personas o entidades fuera del sistema financiero, que no están vigiladas por la Superintendencia Financiera, pues éstos no estarán seguros.

Recuerde que el sistema financiero ofrece diversidad de productos de ahorro a corto y largo plazo que le generarán rentabilidades, dependiendo del que escoja.

En este sentido, es mejor que se tome el tiempo de analizar uno a uno los productos del mercado, beneficios, tasas de interés, plazos, requisitos, y escoja el que mejor se ajuste a sus necesidades de ahorro. 

3. Explore oportunidades educativas: permanentemente se ofrecen cursos de educación no formal que permiten que usted y otros miembros de su familia se capaciten en oficios o actividades que pueden realizar en su tiempo libre y que con seguridad les generarán recursos adicionales o les mejorarán las competencias necesarias para el trabajo. 

4. Produzca: una vez haya fortalecido sus conocimientos y sea más competitivo en cuanto a la formación educativa, elabore una estrategia adicional para aumentar sus ingresos.

Produzca bienes o servicios en su tiempo extra laboral; por ejemplo, venta de alimentos, ropa, juguetes, manualidades u otros productos, que les interesen a las personas que lo rodean, y que usted pueda manejar en su tiempo libre.

Fuente:

¿Cómo mejorar sus ingresos?

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Piensa como millonario

19 consejos que pueden cambiar tu actitud hacia el dinero: cómo lo gastas y cómo lo ahorras.

Todo parece indicar que los millonarios viven como personas de clase media. Eso es lo que descubrieron Thomas J. Stanley y William D. Danko, quienes estudiaron, durante más de diez años, los hábitos de cerca de 500 estadounidenses que tienen en su cuenta bancaria personal al menos un millón de dólares. En otras palabras, son millonarios.

Reflejaron el resultado de sus investigaciones en el libro El Millonario de al Lado. Por sorprendente que sea, las costumbres de la gente que ha logrado acumular riqueza se asemeja mucho a las de los ciudadanos comunes y corrientes. ¿Por qué? Al parecer, la gente que construye fortunas tiene un estilo de vida más bien conservador, opuesto a la gente que sólo sabe gastarlas.

Te invitamos a leer el libro, publicado por editorial Atlántida, para que conozcas la información a detalle. Elegimos algunos de los consejos que ellos ofrecen en el texto, para que puedas ponerlos en marcha hoy mismo, y así sanear tus finanzas personales. Si quieres prosperidad, desarrolla hábitos de millonario:

Las costumbres

1. Para generar un ahorro a largo plazo, debes aprender a vivir por debajo de tus posibilidades. Es decir, gasta menos de lo que ganas.

2. Es más importante tener independencia económica y control sobre tu dinero, que demostrar un estatus alto.

3. Enseña a tus hijos a emprender y ser económicamente independientes. Es el mejor regalo que puedes ofrecerles.

4. No lo dudes. Resulta mucho más factible que un emprendedor conforme un mejor patrimonio, que un empleado de toda la vida.

5. Destina, diariamente, parte de tu tiempo a detectar oportunidades de negocio de forma que puedas encausar tus fuerzas para generar dinero.

6. Solicita que evalúen tu negocio con regularidad. Esto te permitirá tener, desde un punto de vista externo, la apreciación del crecimiento de tu empresa.

7. Separa tu capital personal del dinero que corresponde al negocio. Esto dará salud a tus finanzas y más objetividad al administrar la empresa.

8. Invierte en el sector de tu negocio. A nivel personal, invierte también en otros sectores. La diversificación te acarreará ganancias que podrían solventarte si tu área empresarial pasa por momentos difíciles.

9. Al emprender, considera en tus gastos de operación un sueldo mensual fijo para ti. Esto te permitirá mantenerte en el arranque y disminuirá la presión económica.

10. Considera que un nivel de vida de alto consumo difícilmente es sostenible para la gran mayoría de la población. Suele generar altas deudas y poco ahorro.

11. Si compras muchas cosas para aparentar ser rico, es muy probable que nunca alcances, verdaderamente, ese estatus.

12. Un estilo de vida moderado, frugal, resulta más estable, por lo que genera una sensación de seguridad y protección para las personas que se acogen a él.

13. La gente adora las historias de los millonarios casi adolescentes, que parecen haber generado su fortuna de forma instantánea. Sin embargo, son escasos ejemplares entre la humanidad, la excepción a la regla. La mayoría de las personas alcanzan la prosperidad y estabilidad económica después de los 40 años… tras varios años de esfuerzo, de prueba y error.

14. No permitas que tu nivel de ingresos sea el que determine tu presupuesto.La idea de «gano más, entonces puedo gastar más»suele conducir al punto 10 de este artículo. Debes hacer la lista de administración de tus gastos y apegarte a ella. Los «sobrantes, en el caso que crezcan tus ganancias, deberán ser ahorrados o invertidos, ya sea en instrumentos financieros o en tu negocio.

15. Prevén. Todos somos susceptibles a enfermarnos, a sufrir algún accidente y otro tipo de imprevistos. Cuenta con seguros o instrumentos que te respalden. Los gastos catastróficos son los principales depredadores del bienestar económico.

En el renglón empresarial, la previsión también se extiende a otras áreas. Establece fondos intocables para imprevistos y para gastos programados (aguinaldos, reparto de utilidades, etc.).

16. Trázate objetivos de capital acumulado, de inversión. Esto te ayudará a encaminar tus acciones hacia esas metas.

17. Si eres de los que tienen resacas de hiperconsumo, considera que con tus emociones ocurre lo mismo que cuando acudes hambriento al supermercado: compras de más. Hay gente que hace más adquisiciones por impulso cuando está deprimida y hay quienes lo hacen cuando están contentos. Aprende a identificar tus patrones de conducta.

18. Desecha la idea: «tengo poco dinero, entonces para qué aplico todos estos puntos». Recuerda que es más difícil administrar la abundancia.

19. Para fortalecer tus finanzas personales, sigue el consejo del banco Banorte: trabaja, ahorra, invierte. Nosotros agregamos un elemento más: emprende. Y lo ponemos al principio de la frase.

Fuente:

Piensa como millonario

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Habla de finanzas con tu pareja

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¿Manejas presupuestos en común con tu media naranja? Descubre cómo evitar problemas financieros en el futuro.

Los divorcios destruyen relaciones, fortunas e incluso negocios. El año pasado, la publicitada separación entre Frank y Jamie McCourt casi lleva a la bancarrota al equipo de beisbol Los Ángeles Dodgers. Al final, Frank accedió renunciar a los Dodgers y desembolsó más de USD$131 millones en efectivo y USD$50 millones en propiedades a favor de su ex esposa.

Frank, al igual que todos los demás -en especial los dueños de negocios- deberían considerar los acuerdos prenupciales para proteger sus arcas. Algunas personas están en contra de estos acuerdos puesto que piensan que firmar uno significa planear de antemano un divorcio. Esto no es cierto; nadie se casa pensando en el divorcio, por lo que es mejor pensar en el acuerdo prenupcial como una especie de “seguro matrimonial” o de “seguro para el negocio”.

Sin importar si firmas o no un acuerdo prenupcial, uno de los aspectos fundamentales antes de casarte es tener una discusión honesta sobre finanzas con tu pareja. Ron Lieber, quien escribe para The New York Times, recomienda que las parejas traten estos cuatro puntos:

Antepasados: La manera en la que tu familia manejó las finanzas a lo largo de tu infancia y juventud desempeña un papel  importante en tu relación con el dinero y tus expectativas del mismo.

Crédito: Es recomendable que las personas en una relación formal se muestren los reportes de crédito para que juntos discutan los resultados y planteen soluciones.

Control: Antes de casarte, decide cuál será la estructura financiera, ya sea bienes mancomunados o separados, y quién es el responsable de llevar la contabilidad de la familia.

Bienestar: Discute tus metas con tu pareja. ¿Qué tan ricos esperan ser juntos? ¿Qué están dispuestos a sacrificar para conseguirlo?

Claro está que el mejor seguro para prevenir un divorcio, y posiblemente perder tu negocio, es tener un matrimonio sólido. Encima de todo, esto significa tener comunicación constante, trabajar en equipo y no como enemigos. Siempre habrá algunas metas que no concuerden con las de tu pareja. Eso está bien, pero asegúrate de que primero alcancen sus metas en común antes de buscar sus deseos personales.

Sigue estos consejos para impulsar este sentimiento de trabajo en equipo en el aspecto financiero:

Revisen regularmente las cuentas. Establece un horario con tu pareja -ya sea semanal o mensual- para revisar las cuentas del hogar. Evalúen los gastos y los ingresos próximos y háganle frente a cualquier asunto inesperado.

No seas controlador. Cuando discutas de dinero con tu pareja saca el “yo” y el “tú” de la conversación; mejor usa el “nosotros”. Si unilateralmente le dices a tu esposa(o) que no puede gastar su dinero, se enojará. Trabajen juntos para encontrar una solución en común.

Sé comprensivo. Si tu esposa(o) te pide que le llames la atención cuando gasta de más, hazlo. Si lo que está buscando es un consejo, dáselo. Pero no le des sermones ni actúes como si fueras superior, la idea es ayudar al otro a mejorar.

Usa tus habilidades. Algunas personas odian pensar en su jubilación y en los ahorros para el retiro. Otros detestan cortar cupones o comprar descuentos por Internet. Está bien; deja que cada miembro de la pareja lleve el área de finanzas que más le gusta.

Finalmente es importante comprender que es raro que las parejas coincidan en todo. La clave es buscar la mayor cantidad posible de intereses comunes. Esto funciona no sólo en las finanzas, sino también en todo lo concerniente a una relación.

Fuente:

Habla de finanzas con tu pareja

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El ADN de los diferentes estilos de inversión

Algunas personas aprenden a comprar acciones subvaloradas. Para otras, podría ser algo innato.

Consideremos el caso de Benjamin Graham, el mentor de Warren Buffett y el autor de dos textos canónicos para los inversionistas: Security Analysis (Análisis de valores) y The Intelligent Investor (El inversionista inteligente).

La madre de Graham, que era viuda, era una pequeña especuladora que perdió todo durante el pánico de 1907, cuando él apenas tenía 13 años.

Graham jamás olvidó el momento «humillante» que vivió en su infancia, cuando su madre le envió a cobrar un cheque y el cajero del banco le preguntó al director si la señora Graham valía cinco dólares.

De adulto, Graham compraba acciones de empresas generalmente tan despreciadas por el mercado que sus acciones, como le gustaba decir, «valían más muertas que vivas». Durante sus varias décadas como inversionista, Graham superó rotundamente el desempeño del mercado.

O tomemos el ejemplo de Sir John Templeton, hijo de un abogado rural de Winchester, Tennessee. Su padre también era un especulador en futuros del algodón. Un día llegó a su casa y les dijo a sus hijos: «Muchachos, hemos perdido todo, estamos en la ruina». Sir John Templeton trabajó en lo que pudo para pagar la universidad y la escuela de posgrado.

En 1939, cuando tenía 27 años, Templeton le dijo a su corredor que comprara US$100 de cada acción que valiera en las bolsas US$1 o menos y cuadruplicó su dinero en cuatro años. «La gente siempre me pregunta dónde están las buenas perspectivas [de inversión], pero esa es la pregunta equivocada», dijo Templeton en una ocasión. «La pregunta correcta es: ¿Dónde están las perspectivas más miserables?»

Las experiencias de Graham y Templeton podrían haber dado forma a sus preferencias por las acciones baratas sobre las de rápido crecimiento. Pero esa inclinación también podría haber estado codificada en sus genes.

En un discurso pronunciado en el Babson College en 2010, el famoso inversor de acciones baratas Seth Klarman comentó que los estudios sobre el comportamiento de las moscas de la fruta demuestran que la mayoría de ellas se dirige hacia una luz, pero que una pequeña minoría parecía estar programada genéticamente para mantenerse alejada de ella.

Klarman, presidente de Baupost Group, con sede en Boston, que administra US$26.000 millones en activos de fondos de cobertura, llama, en broma, a este grupo de moscas diminutas «pequeñas inconformistas», el equivalente de los insectos a los inversionistas que buscan acciones muy baratas.

Klarman especuló posteriormente con la idea de que la mayoría de las personas podría tener «un gen dominante» que sale a buscar activos sobrevalorados que pueden ofrecer grandes retornos a corto plazo, mientras que sólo una minoría tiene «el gen recesivo» que confiere una preferencia paciente por aquello que es maltratado e impopular. Klarman me confirmó la semana pasada que sigue teniendo el mismo punto de vista.

Un nuevo estudio ha encontrado ahora que muchos inversionistas pueden tener, de hecho, una predisposición genética a cazar gangas en el mercado bursátil, aunque el entorno en el que uno crece también puede determinar poderosamente el tipo de inversionista en el que uno se convierte.

En el estudio, tres economistas, Henrik Cronqvist y Frank Yu, de China Europe International Business School de Shanghai, y Stephan Siegel, de la Universidad de Washington, examinaron la composición genética y las carteras de inversión de 35.000 gemelos de Suecia.

Los gemelos idénticos comparten el mismo ADN en un 100%, mientras que los mellizos comparten aproximadamente la misma cantidad que sus hermanos y hermanas. Los investigadores compararon los portafolios en poder de los gemelos idénticos y mellizos. Eso les permitió estimar el grado en que las mismas combinaciones de genes se asociaron con carteras similares.

El análisis muestra que el promedio de acciones en manos de estos inversionistas se negocian con una relación precio-ganancia de 23 veces. Sólo una décima parte de los inversionistas, los cazadores de gangas, tiene acciones con una relación precio-ganancia de 11,6 o menos.

Una cuarta parte de todos los inversionistas, los partidarios de las acciones de crecimiento rápido, retienen títulos que cotizan a un promedio de 28,6 veces o más las ganancias.

Las conclusiones del estudio son relativamente precisas puesto que se basa en una muestra importante de inversionistas y la legislación fiscal sueca exigía hasta hace poco que los inversionistas incluyeran en sus declaraciones la totalidad de sus tenencias.

Según el estudio, hasta 24% de las diferencias en el grado en que los inversionistas prefieren acciones baratas o acciones de crecimiento se puede explicar por las variaciones en su código genético.

Al parecer, la preferencia por las acciones subvaloradas o las de crecimiento rápido no es sólo una preferencia; «por lo menos en parte, es una tendencia innata», dice Siegel.

Las influencias ambientales también ayudan a explicar la «inclinación» hacia las inversiones baratas o de crecimiento, según los investigadores. Por ejemplo, si la economía pasaba por una recesión severa cuando un inversionista estaba entre los 18 y s 25 años, o si sus padres eran relativamente pobres, es más probable que prefieran invertir en acciones baratas.

Los genoeconomistas, que estudian estas cosas, no han identificado las variaciones específicas que podrían funcionar como «genes de inversiones baratas».

Pero los hallazgos sugieren que hay que preguntarles a los asesores financieros y gestores de inversiones temas como: ¿Qué adversidades ha tenido que superar en su vida? ¿Qué significa para usted ser pobre?

Después de todo, puede que un asesor financiero o gestor de inversiones que nunca ha superado un obstáculo no tenga lo que se necesita para mantener unas acciones baratas si rápidamente pueden conseguir otras más baratas.

Fuente:

El ADN de los diferentes estilos de inversión

http://online.wsj.com/

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Seis mitos que llevarán al fracaso a un emprendedor

Llevar a cabo una idea de negocio es un proyecto al que ahora todas las personas apuntan, sin embargo, llevarlo a cabo necesita de una buena estrategia para que no vaya directo al fracaso.

Así como en la vida, el emprendimiento es un camino de experiencias, enseñanzas y caídas, que suman conocimiento para plantear una buena estrategia como empresario.

Bien es cierto que nadie nace aprendido, y la mayoría de quienes emprenden asumen que siendo dueños de su negocio alcanzarán los objetivos deseados. Pero, no se confíe, Maria Luz Jiménez Cano, coach, especialista en Derecho Comercial y Administración de Empresas, da algunas razones que en el camino emprendedor lo pueden llevar a fracasar:

1. Muy convencido. Es la creencia de que por tener ciertas habilidades, el éxito de su empresa o negocio es seguro. Es una equivocación el creer que alguien que conoce a fondo el trabajo técnico, también tendrá las habilidades y competencias gerenciales para manejar y sacar adelante un negocio de su profesión u oficio.

2. Improvisación. El actuar apresuradamente y el no analizar a fondo los componentes de su emprendimiento, no le permitirán desarrollar su negocio como se debe y empezará a cubrir los problemas gruesos de manera improvisada.

3. Objetivos borrosos. Al no tener una visión clara del futuro, de lo que desea, le apasiona, y de sus verdaderas fortalezas y debilidades, el resultado será una gestión trabajosa, pesada, aburrida y estresante, lo que le impedirá cumplir los objetivos propuestos inicialmente.

4. Capacitación. El empresario de exitoso es un constante estudiante, debe mantenerse al día en todo lo relativo a su empresa o producto.

Muchas empresas exitosas se quedan viviendo de su éxito y mueren, hoy los cambios son rápidos, vertiginosos es necesario innovar, mejorar, cambiar, buscar…”en la era de la globalización o innova y mejora o debe cerrar”.

5. Falta liderazgo. 
Cuando usted no tiene pleno dominio y certeza de lo que quiere, aparece el estrés, lo que lo lleva a estar a un paso de la pérdida de liderazgo, al abandono, a delegar funciones sin la debida atención de vigilancia, seguimiento, control y fiscalización de su negocio.

6. Familia involucrada. El negocio ocupa el tiempo de la familia. Los dueños de pequeños y medianos negocios (pymes) se encasillan en una lucha constante y frustrante por hacer exitosa su empresa, trabajando para la misma cuando debería trabajar en ésta.

En resumen, es necesario hacer un análisis de sus objetivos, su plan de trabajo, las metas ambiciosas que tiene y la manera como cumplirá todo esto a cabalidad.

Recuerde que lo importante no es tomar el camino corto a la riqueza, pues éste puede llevarlo a tomar decisiones equivocadas a un alto costo.

Fuente:

Seis mitos que llevarán al fracaso a un emprendedor

http://www.finanzaspersonales.com.co/

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Crea rutinas y sé más creativo

 

No esperes sentado a que la inspiración llegue. Mejor, establece un horario que te permita ser productivo y generar ideas.

Franz Kafka es considerado uno de los escritores más creativos del siglo 20, de hecho pasó la mayoría de su tiempo trabajando como abogado para los Trabajadores del Instituto de Seguros contra Accidentes. ¿Cómo logró hacer trabajos tan creativos mientras laboraba de día?

Ateniéndose a un horario estricto.

Iba  a trabajar desde las 8:30 a.m. hasta 2:30 p.m., comía su lunch y luego tomaba una siesta hasta las 7:30 p.m., hacía ejercicio, cenaba con su familia y comenzaba a escribir a las 11 p.m. durante algunas horas cada noche antes de irse a la cama y empezar nuevamente.

Kafka es no es el único que se comprometió con un horario. Como Mason Currey menciona en su libro, “Rituales diarios: Cómo trabajan los artistas”, muchos de los grandes siguen un horario muy consistente.

-Maya Angelou renta el cuarto de un hotel local y va ahí para escribir. Llega a las 6:30 a.m. escribe hasta las 2 p.m. y después se va a casa para editar. Nunca se duerme en el hotel.
-El ganador del premio Pulitzer, Michael Chabon escribe cinco noches a la semana de 10 p.m. a 3 a.m.
-Haruki Murakami se despierta a las 4 a.m., escribe por cinco horas y después se va a correr.

El trabajo de los grandes creativos no depende  de la motivación o inspiración, sino que sigue un patrón consistente y una rutina. Dominar los hábitos diarios te lleva al éxito creativo, no una chispa mítica de genialidad.

Aquí está el por qué:

Las rutinas diarias: El poder de un horario
William James, el famoso psicólogo, es conocido por decir que los hábitos y horarios son importantes ya que “liberan nuestras mentes para avanzar a los campos de acción verdaderamente interesantes.”

Un artículo en El Guardián estuvo de acuerdo al decir “si gastas tus recursos tratando de decidir dónde o cuándo trabajarás, impedirás tu capacidad de hacer el trabajo”. Hay muchos estudios de investigación en fuerza de voluntad y motivación para respaldar esta declaración.

En otras palabras, si eres serio respecto a crear algo irresistible, necesitas dejar de esperar a que la motivación e inspiración lleguen y simplemente elabora un horario para hacer el trabajo en una base constante. Por supuesto, es muy fácil decirlo, es más difícil ponerlo en práctica.

Aquí hay una manera de pensar sobre los horarios que puede ayudarte.

Permiso para crear basura
Levantar pesas ofrece una buena metáfora para organizar tu trabajo creativo.

No puedo predecir si estableceré un record personal antes de que vaya al gym. De hecho, habrá días en el que esté abajo del promedio. Eventualmente, descubrí que esos días abajo del promedio eran parte del proceso. La única manera de realmente levantar pesas más grandes era presentarse todos los lunes, miércoles y viernes – sin importar si cada ejercicio era hecho bien o mal.

El trabajo creativo no diferencia mucho de entrenar en el gimnasio. No puedes elegir selectivamente tus mejores momentos y sólo trabajar los días en lo que tengas grandes ideas. La única manera de revelar las buenas ideas dentro de ti es trabajo mucho, hacer repeticiones y asistir una y otra vez.

Obviamente hacer algo abajo del promedio no es nunca una meta. Pero debes darte permiso echarle más ganas en los días ocasionales del trabajo bajo promedio porque es el precio que debes pagar para obtener trabajo excelente.

Si eres como yo y odias crear algo que no es excelente, es fácil empezar a juzgar tu trabajo y convencerte de no compartir algo, no publicar algo y no mandarlo porque “no está lo suficiente bien”.

Pero la alternativa es aún peor: si no tienes un horario forzándote a entregar, entonces es bastante fácil evadir hacer el trabajo. La única manera de ser lo suficientemente consistente para hacer una pieza maestra es dándote permiso para crear basura a lo largo del camino.

El horario es el sistema
Durante una conversación sobre mi escritura, mi amiga Sarah Peck me miró y me dijo: “mucha gente nunca logra escribir porque está siempre pensando cuándo van a escribir después”.

Puedes decir lo mismo de hacer ejercicio, empezar un negocio, crear arte yconstruyendo hábitos. El horario es un sistema que hace tus metas una realidad. Si no te pones un horario entonces tu única opción es depender de la motivación.

-Si tu ejercicio no tiene un horario, entonces cada día te despertarás pensando “espero que me sienta motivado a hacer ejercicio otro día”
-Si tu negocio no tiene un sistema para el marketing, entonces te presentarás en el trabajo cruzando los dedos para que encuentres una manera de publicar tu información (además de todo lo demás que debes hacer)
-Si no tienes tiempo de escribir cada semana, entonces te encontrarás diciendo cosas como “sólo necesito encontrar la fuerza de voluntad para hacerlo”.

Deja de esperar a que llegue la motivación o la inspiración y establece un horario para tus hábitos. Esta es la diferencia entre los profesionales y los amateurs. Los profesionales establecen un horario y se aferran a él. Los amateurs esperan a sentirse inspirados o motivados.

Fuente:

Crea rutinas y sé más creativo

http://www.soyentrepreneur.com/

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